El Gobierno de Ecuador mantuvo conversaciones con el del Reino Unido antes de decidir sobre la petición de asilo del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, que pasó su primera noche en la embajada ecuatoriana en Londres bajo la amenaza policial de ser detenido si pone un pie en la calle.

En Río de Janeiro, donde asiste a la Conferencia Río+20, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, se pronunció ayer por primera vez sobre el caso. Lo hizo poco después de que la embajadora de su país en Londres, Ana Albán, se reuniera con representantes del Gobierno británico para buscar una salida «justa» a esta situación.

El Gobierno ecuatoriano «está procesando la solicitud» de asilo del periodista australiano, fueron las únicas palabras de Correa, además de recalcar que Ecuador es «un país de libertades». La Policía británica declaró que si Assange pone un pie en la calle fuera de la embajada, territorio diplomático, será capturado, por violar los términos de su fianza.

WikiLeaks motivó una crisis diplomática entre EEUU. y Ecuador en 2011. Un cable contenía  declaraciones atribuidas a la entonces embajadora estadounidense en Quito, Heather Hodges, en las que calificaba a la Policía ecuatoriana de corrupta y sostenía que había quien pensaba que Correa había nombrado a un jefe corrupto para manipular a ese cuerpo. Fue el único caso de un diplomático de EEUU expulsado por las revelaciones de WikiLeaks.