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Editar en un país de no lectores ante la cuarentena

Tres editoriales nacionales luchan para mantenerse vigentes, a pesar de las restricciones que se han impuesto por la pandemia del COVID-19.

/ 13 de mayo de 2020 / 07:56

Charlar con gente a la que le gusta lo mismo que a él, leer, generó una sensación de pertenencia en Fernando Barrientos, luego de la primera reunión virtual que organizó su editorial —El Cuervo— el 4 de mayo. Restablecer estos lazos —“hacer comunidad”— a través del internet es una de las estrategias que diversas editoriales han puesto en práctica para tratar de salir adelante durante esta etapa de cuarentena por la pandemia del COVID-19. No son los únicos; Sobras Selectas también hizo algo similar y la Editorial 3600 participó muy activamente en las actividades virtuales organizadas por el Gobierno Autónomo Municipal de La Paz (GAMLP) por la celebración del Día del Libro.

Los directores de las tres casas editoriales nacionales —Barrientos (Editorial El Cuervo), Alexis Argüello (Sobras Selectas) y Willy Camacho (Editorial 3600)— reconocen que las redes y el internet se han transformado en caminos para paliar algunas consecuencias del autoaislamiento. Estas opciones implican, sin embargo, una acelerada transformación en este sector, que se alimenta sobre todo de pasión y creatividad, en un país con pocos lectores y casi ninguna política estatal de apoyo.
El anuncio de que el país entraría en una cuarentena total —el 21 de marzo— sorprendió a las casas literarias. El Cuervo tenía una presentación en agenda, Sobras Selectas una obra en la puerta de la imprenta y 3600 estaba imprimiendo libros retrasados de la gestión 2019.

“La situación se complicó ya en noviembre del año pasado, con los conflictos políticos que atravesó el país”, narra Camacho. “Nos fue imposible trabajar durante varias semanas, lo que ocasionó que se reprogramaran presentaciones desde noviembre hasta febrero de 2020. Estábamos poniéndonos al día cuando la pandemia paró todo”.

Al ser una editorial que sobrevive gracias a los trabajos de imprenta de una matriz mayor, el primer paso para ellos será conseguir contratos para imprimir material de diversa índole. Lo que implicará un retraso aún mayor y algo inevitable para todos estos tres emprendimientos: reducir la cantidad de títulos a publicarse.

El Cuervo tenía programadas 15 presentaciones esta gestión, entre las que se encontrarían novelas gráficas y traducciones, mientras que Sobras Selectas lanzaría cuatro estrenos. Todos reducirán números, como una primera, y obvia, medida, pero ninguno dejará de publicar novedades por completo. Esto implica que entraron en un proceso de autoformación, creación y propuesta de medidas que ayuden a su supervivencia.

Librerías como Lectura y Solo Libros han habilitado venta por internet y entregas a domicilio, que son propuestas interesantes y efectivas. Esas ventas contribuyen a las editoriales, pero solo constituyen cerca de un 30% de los ingresos de estos emprendimientos.

Los libros electrónicos son una de las opciones que las tres casas han experimentado. Aunque reconocen que no es un mercado explotado en Bolivia ni en Latinoamérica, con éxito hasta ahora.

Para 3600, detalla Camacho, es una opción que tienen presente desde ya hace algún tiempo, sin embargo no ha resultado una opción interesante. “Para vender un ebook se tiene que pasar el libro a otro formato, lo que no es difícil pero es moroso. Además, la mayor parte de las personas que leen aquí lo hacen en físico. Tendremos que ver si cambian de hábito”.

El Cuervo ha puesto a la venta recientemente cuatro obras en esta versión. Este paso fue una tarea pendiente que Barrientos y su equipo asumieron de forma experimental. La editorial trabaja a escala internacional hace varios años y en muchos casos no se consideraron los derechos de publicación en versión digital.

“La circulación de estos bienes culturales es un reto incluso para las grandes corporaciones que se dicen multinacionales. Llevar a México un libro publicado en Argentina se hace muy difícil, es por eso que los derechos suelen fragmentarse por región o incluso por país. En estos contratos no solíamos darle mucha importancia al detalle de los ebooks. Nos toca remediar esto, porque queremos llegar a 10 títulos hasta fin de mes”, describe el editor.

Argüello es un poco más cauto. Lanzará dos títulos primero y medirá las reacciones para continuar con otros dos. Uno de ellos será Caja de zapatos de Isabel Suárez. Otra de sus apuestas es el lanzamiento de pequeños fragmentos de obras, narrados por sus propios autores. A partir del impacto que estos tengan en las redes, definirá si convertir sus títulos en audiolibros pueda ser una opción viable.

Los audiolibros son otro formato prometedor en el que 3600 y El Cuervo ya han incursionado con anterioridad. La primera lanzó hace poco, junto a Proaudio, una selección de cuentos leídos por actores, la que está disponible por internet, mientras que la segunda vendió diversos derechos a plataformas internacionales. Si bien es una posibilidad concreta, aún ninguno tiene planes de lanzar obras en este formato pronto.

“Prueba y error, de eso se trata este momento para nosotros. Los ebooks y los audiolibros son interesantes, pero también hay que tomar en cuenta que pueden copiarse y enviarse. Estoy buscando marcas de agua que expliciten que no se deben hacer copias o algún mecanismo que disminuya esa posibilidad, pero no creo que pueda evitarse que circulen ilegalmente”, cuenta Argüello.

Más allá de los formatos de distribución, otro de los aspectos que deben repensarse son las principales actividades del sector: presentaciones y ferias. La posibilidad de realizar eventos masivos se ve lejana, es así que aparecen otras opciones. El paso de lo presencial a lo virtual parece ser un camino, que ya se está transitando en otras ciudades como Bogotá, cuya feria se realizó de esta manera.

Este trabajo —afirman los tres— está muy ligado a la pasión que sienten por la literatura, ya que económicamente hablando es apenas autosustentable. La ausencia de políticas estatales se hace más evidente en esta situación y los creadores exigen medidas que los ayuden a sobrevivir. Compras por parte de los gobiernos municipales y nacional, creación de fondos concursables y la aprobación de normas que permitan el desarrollo del comercio por internet son algunas de las ideas que lanzan sobre la mesa.

3600 y El Cuervo han liberado títulos en forma gratuita, como una contribución a hacer del arte algo más democrático, pero reconocen el riesgo que implica: fomentar la idea de que no es un oficio por el que se deba pagar un precio justo.

“Queremos abrir la discusión sobre la remuneración y el respeto que debe darse a nuestro trabajo. Detrás de cada libro hay escritores, editores, diagramadores y un sinfín de personas”, expone Barrientos. “El amor al arte no puede ser el único motor que nos empuje. En esta situación se ha visto que lo único que nos queda son los libros, las artes, así que es momento de hablar de su importancia”, reclama Argüello, cuya frase “Seguiremos publicándolos (libros) sí, porque nos da la gana”, resume la rebeldía que comparten aquellos que apuestan energía y dinero para que obras literarias puedan producirse en Bolivia.

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Mario Ramírez, música en tiempos críticos

El músico lanzó en plena cuarentena ‘InEditadas Vol.2 de Mario Ramírez’, disco marcado por momentos de tensión, que busca contrarrestar con intimidad y conexión.

/ 27 de mayo de 2020 / 09:03

En noviembre de 2019, Mario Ramírez — compositor nacional, parte del dúo Negro y Blanco— se preparaba para cantar mientras motines policiales comenzaban a estallar en diferentes departamentos de Bolivia. Cuando la tensión en las calles subía, el artista actúo —a puertas cerradas— y compartió con su público 32 composiciones inéditas. En mayo de 2020, mientras el país y diversas partes del mundo todavía lidian con los estragos de la pandemia del COVID 19, el artista lanzó por internet InEditadas Vol.2 de Mario Ramírez, álbum que contiene 15 de aquella treintena de piezas.

“No fue casual que el álbum estuviera listo durante la cuarentena y nació una necesidad de compartir esas canciones ahora. Es el tiempo perfecto para lanzarlo por plataformas, ya que las personas tienen tiempo para escucharlo tranquilamente en casa. Habla de sanación, familia, pareja… cosas que todos estamos viviendo, en espacios y realidades diferentes. Durante este tiempo el arte, y sobre todo la música, ha mostrado cuánto hacen por nuestro bienestar y es muy lindo sumarse a esa iniciativa”, detalla el compositor, cuyo dúo cumplió 21 años de carrera, también durante la cuarentena.

InEditadas es un proyecto que Negro y Blanco inició ya hace un par de años, con conciertos y la producción del volumen uno, con canciones compuestas por Christian Benítez. Para seleccionar las primeras 50 canciones que podrían ser parte del volumen dos, Ramírez repasó más de 200 piezas suyas que habían quedado grabadas, algo relegadas, en cassettes.

“Algunas no recordaba que existían. Fue un proceso de redescubrimiento, donde me puse a escuchar piezas que había escrito desde 1998, más o menos. Algunas son muy luminosas, otras más complejas y reflejan diferentes etapas de mi vida”.

Que fuesen obras personales fue uno de los parámetros que definió para escoger las que serían parte de los conciertos. La diversidad de géneros y tonos fue lo que le permitió reunir las cincuenta. Luego comenzó a cantárselas a familiares y amigos cercanos para reducir la selección a poco más de una treintena.

“Durante un mes y medio fui mostrándole las canciones a personas cercanas, organizamos guitarreadas y me fueron comentando cómo resonaban con ellos. Con sus comentarios y lo que generaba más sentido en mí, armamos el repertorio que tocamos en cuatro conciertos, junto a Chris (quien abría los shows) y Mauricio Segalez”.

La votación del público en los recitales terminó por concretar qué obras serían parte de InEditadas, vol. 2. Cada asistente votó por sus favoritas y el compositor se comprometió a sacar un disco con las que recibieran más apoyo. El resultado estuvo lleno de sorpresas y algunas coincidencias. Los ritmos folklóricos — Chacarera Bolivia (2016) y Tinku Bolivia (2014)— tuvieron una enorme popularidad, algo esperado por Ramírez. Sin embargo, piezas menos convencionales se ganaron el corazón de su público.

“El inocente (2018) es la primera canción del disco. Por ésa estaba seguro de que no iban a votar, pero entró. Otra, Frente a frente (1998)—que tiene una estructura extraña y un transcurrir casi tenso musicalmente— también fue una de las favoritas. Y casi todos votaron por Del otro lado (1998) una canción que escribí cuando llegué a casa de una guitarreada en la madrugada y vi cómo hay muchas personas cuya vida ya había comenzado. Es una realidad que no siempre queremos ver”, detalla el compositor.

También hubo algunas que deseó que quedaran y no fue así, honró al pie de la letra el compromiso que tenía con sus fanáticos y respetó el resultado. InEditadas vol.2 tiene canciones compuestas desde 1998 hasta 2019, con ritmos que van desde lo folklórico, con huayños y cuecas; hasta zambas, trova y joropos. Fue grabado por Marcelo Torres, con arreglos y edición de Ramírez y Segalez y está disponible en todas las plataformas de streaming.

“Así, como Testimonios, el proyecto de Inéditas tendrá varios volúmenes. Ya estamos trabajando en un repertorio con canciones escritas por Christian y yo, con la misma dinámica, conciertos y discos grabados en vivo. Tal vez hayan más versiones de cada uno también y en medio algún disco de estudio. Lo importante es que hay compos, hay música que queremos seguir compartiendo”.

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Pizza para novatos, secretos de la receta ideal

Un set con ingredientes, masa lista e instrucciones llega directo a los hogares para que amantes de las pizzas puedan aprender a hacerlas en casa

/ 25 de mayo de 2020 / 13:12

Son las siete de la mañana y es lunes. Luego de un clásico fin de semana en cuarentena por la pandemia del COVID-19 —es decir, sin poder salir a la calle—, Sukko Stach espera la llegada de dos amigos suyos que viven cerca de su casa. Estos encuentros no son solo para mitigar la necesidad de contacto, junto a ellos llegarán además masas y salsas.

Ingredientes. El queso que se utiliza ha sido seleccionado después de tres meses de búsqueda. La salsa de la casa es muy sencilla, pues su sabor radica en la nobleza de las materias primas.

“Cada quien tiene sus secretos y sus recetas. Así que nos vemos para intercambiar nuestras masas y salsas y ver qué podemos hacer con lo que ha llegado a nuestras manos. Es una forma de compartir que incluso ha llegado a ser una suerte de competencia en la que tenemos que inventar de todo para tener resultados interesantes con lo que tenemos en casa”, detalla el dueño de la Imilla Alzada (Álvarez Plata 50, Cota Cota), restaurante especializado en productos fermentados: cerveza, vino, sidra y pizza hecha con masa madre.

Estas reuniones —llenas de retos, charlas y pasiones compartidas— son una de las razones por las que decidió que la mejor forma de reactivar las actividades de su restaurante sería creando un set para que los comensales puedan lanzarse a hacer sus propias pizzas. Éste viene con masa para dos pizzas lista para meter al horno, salsa de la casa, queso mozzarella, pepperoni —si se escoge esta opción—, albahaca, pimiento morrón y cebolla, como un toque especial para despertar la creatividad.

“A un panadero no se le queda la masa en las manos. Pero eso luego de hacer miles de pizzas diariamente. La masa que preparamos para enviar —por Mr. Delivery o Yaigo— está pensada para que sea fácil extenderla directamente con los dedos en una lata de horno. Está un poco menos hidratada que la que solemos hacer en la pizzería. También incluimos instrucciones y sugerencias. Normalmente no le ponemos ni pimentón ni cebolla, pero los incluimos para que los clientes experimenten en casa con los diferentes sabores”. Para tener un resultado al estilo de una pizza napolitana, Sukko recomienda, también, precalentar el horno a la mayor temperatura posible y poner la lata en el escalón más alto.

La temperatura del horno asegura que la comida está libre de bacterias y virus; de esta manera y con sus propias manos, los clientes pueden estar seguros de que comen algo delicioso y libre de cualquier patógeno.

Los pedidos se hacen de 15.00 a 16.00 —esto para evitar la saturación de los servicios de entrega—, los envases pueden reutilizarse y todo está empacado para llegar fresco y listo para cocinarse, aunque también se puede dejar en la nevera para intentarlo al día siguiente.

“Durante varios meses trabajé haciendo pizzas caseras antes de abrir la Imilla Alzada, utilizando el horno eléctrico que tengo, que llega a unos 180 grados centígrados. La experiencia que gané así no pagó muchos frutos en el restaurante porque allí tenemos un horno de barro cuya temperatura puede llegar a los 500. En cambio ahora todo eso vuelve y utilicé lo que aprendí para planificar este kit, que es una buena forma de empezar a hacer pizzas en una cocina común”, narra el emprendedor paceño.

Para quienes se sientan un poco más inseguros antes de empezar, en las redes sociales del restaurante podrá encontrar fotografías que ilustran todo el proceso, así como más sugerencias y consejos. La web también está llena de opciones a probar para todos aquellos que tengan algo más de experiencia y quieran crear combinaciones gastronómicas más elaboradas o exóticas.

“Espero que ahora que podrán tocar y probar la calidad de los insumos haya más apreciación por ellos. Pasamos más de tres meses buscando queso de buena calidad, que es el mismo que enviaremos en los sets. Nuestra salsa es una combinación bastante simple pero rica y la masa ha pasado toda la noche reposando. Así, hacer una pizza puede transformarse en algo más. Es una manera de compartir, que además motiva a la creatividad”.

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Con humor, la galería Altamira cierra sus actividades en la Larga Noche de Museos Virtual

El espacio de arte lanzará un tercer video este sábado

/ 22 de mayo de 2020 / 22:02

“El arte sale bien parado de las grandes crisis”, declara contundente Ariel Mustafá, director de Altamira, galería de arte. Lejos de una actitud apocalíptica, el espacio de arte apuesta por el humor y la irreverencia para cerrar su participación en la Larga Noche de Museos Virtual con un video que lanzará este sábado a las 20.00, desde su página de Facebook https://www.facebook.com/altamiragaleria

“El goce estético es lo que nos ha acompañado en esta cuarentena, no estás solo si tienes un cuadro. Tras teletrabajar, el único momento en el puedes encontrarte contigo mismo es a través del arte. Las personas que tienen el privilegio de hacer la cuarentena han escuchado más música, han leído más literatura y creo que todos estamos más sensibles, condición que nos acerca a todo tipo de creación. Sé que será difícil volver al nivel en el que estábamos, pero estoy seguro de que no nos quedaremos con las manos vacías”, detalla Mustafá. 

Fiel a la visión de su director, Altamira produjo un proyecto audiovisual que busca innovar creativamente la manera en que se recorre la galería. Tres videos son parte de esta propuesta. El primero es una presentación, el segundo, una muestra de los cuadros que están en exposición virtual, denominada Cuarentenarte, que permanecerá en los muros de la galería durante un mes una vez que las medidas se flexibilicen.

Y el último, que se lanzará el sábado, es un monólogo que busca reflexionar con irreverencia, humor y nostalgia sobre la cotidianidad en este tiempo extraordinario.

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Convocan al concurso de ensayos Juventud y ciudadanía en tiempos de crisis

El certamen está dirigido a personas de 18 a 24 años. Los textos podrán presentarse hasta el 14 de julio y el primer premio recibirá 1.000 euros.

/ 22 de mayo de 2020 / 17:28

Juventud y ciudadanía en tiempos de crisis es un concurso de ensayo que busca recuperar las reflexiones y propuestas de los jóvenes en relación a los momentos de crisis que ha vivido Bolivia desde los últimos meses del 2019. Podrán participar personas desde los 18 a los 24 años. Además de premios en dinero en efectivo para los dos primeros lugares, los textos elegidos por el jurado serán parte de un libro a publicarse. La fecha límite para enviar los escritos es el 14 de julio.   

“El objetivo del concurso es contribuir al intercambio de visiones, pensamientos y análisis, desde la mirada de la ciudadanía y desde la juventud, particularmente, en este tiempo caracterizado por cambios inesperados, con la idea de generar un espacio de reflexión e intercambio con la sociedad civil. Asimismo, el concurso quiere apoyar el ejercicio ciudadano de los jóvenes, como los actores emergentes, constructores del nuevo país”, explica la nota de prensa de la Delegación de la Unión Europea en Bolivia, organizadores de esta iniciativa.

1.000 euros recibirá el ganador y 750 el segundo puesto. Participar no tiene costo y solo se podrá enviar un ensayo, obligatoriamente inédito, por persona. Deberá tener 2.500 palabras como mínimo y un máximo de 4.500. Los interesados pueden descargar la convocatoria completa de la página web www.uetrabajandojuntos.org/documentos/  o bien mandar las consultas al mail [email protected]

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Historietistas e ilustradoras nacionales e internacionales se reúnen en un conversatorio, sobre el libro Las viñetas se ilustran en femenino.

Viñetas con Altura organiza esta actividad, centrada en su última publicación en la que participaron 20 autoras

/ 22 de mayo de 2020 / 00:45

El tema de la más reciente versión del Festival Internacional de Historietas Viñetas con Altura fue la mujer. Como resultado, en febrero se publicó “Las viñetas se ilustran en femenino”, una antología que reúne la obra inédita de 20 artistas bolivianas y extranjeras. Ahora, como parte de la Larga Noche de Museos, la asociación Viñetas con Altura organiza un conversatorio virtual con la participación de gran parte de las autoras.

“En esta ocasión contaremos con la intervención de gran parte de las historietistas, ilustradoras y humoristas que fueron parte de esta antología. Ellas hablarán sobre las obras que crearon especialmente para el libro y sobre sus proyectos actuales”, detalla Alexandra Ramírez, directora de la editorial Con Altura —proyecto de la Asociación Viñetas con altura— expresidenta del festival, historietista, ilustradora y animadora nacional.

Alejandra Andrade, Ana Medinacelli, Avril Filomeno, Diana Cabrera, Alejandra Lunik, Susana Villegas, Sofía Cueto, Antagónica Furry y Daniela Peterito, son algunas de las participantes. Además de estar escrito en español “Las viñetas se ilustran en femenino” tiene traducciones al aymara y quechua y contiene códigos QR que se conectan con audios y diferentes elementos interactivos por internet.

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