Las «malas decisiones» de BP en la gestión de su pozo Macondo fueron, por encima de los errores de sus contratistas, la principal causa del vertido en el Golfo de México, señalaron ayer agencias de EEUU encargadas de regular el océano.

El informe final conjunto de la Guardia Costera y la Oficina de Gestión y Regulación del Océano de EEUU, señala como causa del vertido que comenzó el 20 de abril del 2010 «el fracaso de BP a la hora de enfrentar riesgos asociados con una serie de decisiones» que pretendían ahorrar tiempo o costes.

La explosión que mató a 11 personas y vertió casi 5 millones de barriles de petróleo al mar fue, según el informe, el resultado de «una mala gestión de riesgos, cambios de último minuto en planes, falta de respuesta a indicadores clave, un inadecuado control del pozo y un entrenamiento insuficiente en respuesta a emergencias».

El documento, publicado ayer tras 17 meses de investigación, se esperaba con impaciencia en la industria petrolera por el impacto que tendrá en la concesión de permisos para las perforaciones en alta mar, una tarea que corresponde a las agencias citadas.

Las conclusiones se suman a las que publicó en enero la comisión nombrada por el presidente de EEUU, Barack Obama, tras el desastre, que repartió la culpa entre BP y sus empresas subcontratadas, Halliburton y Transocean.