La amenaza terrorista «se encuentra en su nivel más elevado» desde los ataques contra Estados Unidos en septiembre del 2001, afirmó ayer la secretaria de Seguridad Nacional de ese país, Janet Napolitano.

«La amenaza ha evolucionado significativamente en los últimos 10 años y sigue evolucionando», dijo en una interpelación del Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes.

«Uno de los elementos más impresionantes es que los planes de ataques contra Estados Unidos involucran a residentes y ciudadanos de este país», dijo Napolitano. Más de dos docenas de estadounidenses han sido arrestados en los últimos dos años bajo sospecha de actividades terroristas.

Un estudio del Centro de Inteligencia del Estado de Nueva York indica que 50 individuos relacionados en la última década en 32 complots de ataques graves y que involucraban una aproximación ideológica al grupo Al Qaeda, eran ciudadanos estadounidenses cuando fueron arrestados.

«Ahora operamos bajo la premisa de que los individuos dispuestos a ejecutar ataques terroristas pueden estar en EEUU y que podrían llevar a cabo sus actos de violencia sin mucha advertencia». Los grupos terroristas recurren al reclutamiento de «occidentales», señaló la funcionaria y por eso la Policía local y federal participan cada vez más en el combate antiterrorista.