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EEUU impone a la OTAN su plan de retirada de Afganistán

EEUU se esfuerza para que el fin de las operaciones militares en el país asiático no parezca una estampida, y el presidente Barack Obama quiere lograr ese acuerdo en la ciudad que lo lanzó políticamente, para reforzar su estatura de líder mundial en plena campaña electoral estadounidense.

Los gobernantes de los 28 países de la Alianza Atlántica más sus aliados en esta guerra que arrancó en 2001 abrieron la reunión con un homenaje a los caídos en combate. De pie en torno a una mesa circular, los mandatarios guardaron un minuto de silencio mientras un militar daba el toque de corneta en recuerdo de los fallecidos.

“Nos aseguraremos de completar una transición para que las fuerzas afganas asuman la seguridad de aquí a finales de 2014”, como está previsto desde hace casi dos años, declaró el secretario general de la Alianza, Anders Fogh Rasmussen. “Estamos unidos en nuestra determinación de completar esta misión”, añadió Obama.

Poco antes, el Mandatario estadounidense había recordado también “las dificultades por las que ha atravesado Afganistán, cuyo pueblo quiere desesperadamente paz y seguridad”.

Más de 3.000 efectivos de la fuerza internacional han muerto desde que EEUU lideró la invasión a este país a fines de 2001 para sacar del poder a los talibanes, tras los ataques del 11S.

 “Entramos juntos, saldremos juntos” de esa guerra, ha sido la frase reiterada numerosas veces por Rasmussen. Pero algunos países como Francia han decidido acelerar el proceso.

El nuevo presidente francés, François Hollande, reiteró en Washington el viernes, ante Obama, que sus tropas de combate se retirarán a finales de año, 12 meses antes de lo previsto.

Hollande aseguró el sábado, al cierre de la cumbre del G8 en Camp David, que detallará su calendario de salida de Afganistán y cómo seguirá apoyando a las fuerzas de ese país. “Creo que Francia aclarará en la cumbre cómo será su compromiso”, explicó la canciller alemana, Angela Merkel.

Los 28 miembros de la Alianza y sus socios deben cerrar también en Chicago la recaudación de dinero que permita continuar formando durante años al Ejército afgano, que el presidente Hamid Karzai evalúa en 4.100 millones de dólares anuales.

A la cumbre también acude el presidente paquistaní, Asik Ali Zardari, que debe negociar con Rasmussen el acuerdo que permita reabrir el aprovisionamiento vía terrestre de las tropas de la OTAN en Afganistán.

Pakistán vetó esa circulación tras la muerte de 26 soldados en noviembre durante un ataque aéreo de la Alianza en la frontera, y fuentes oficiales estadounidenses reconocen que un nuevo acuerdo está en el aire.

Marcha contra la guerra

Miles de manifestantes contrarios a la OTAN protestaron ayer en Chicago. El clima de calor agobiante y las tormentas eléctricas mermaron el entusiasmo. Un carpintero de Chicago sostenía una cometa que repartió la OTAN en la que escribió “vuela cometas, no drones”. AFP