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Ejército egipcio se arroga el poder y limita al Presidente

La junta en el poder en Egipto se atribuyó el domingo por la noche amplias prerrogativas, incluido el poder de legislar, poco después de terminado el voto para la primera elección presidencial de la era pos-Mubarak.

Sin importar quién sea el vencedor de estos comicios, en los que se oponen una figura de la era Mubarak y un candidato de los Hermanos Musulmanes, lo esencial del poder quedará en manos de los militares hasta la elección de un nuevo Parlamento para reemplazar la Cámara de Diputados disuelta el sábado.

Las nuevas disposiciones, fuertemente criticadas por los Hermanos Musulmanes y los partidos que nacieron con el levantamiento popular de 2011 y asimiladas a un “golpe de Estado”, están enumeradas en una Declaración Constitucional Complementaria publicada por el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA), en el poder en Egipto desde la caída de Hosni Mubarak en febrero de 2011.

Las prerrogativas legislativas, asumidas por el CSFA tras la caída de Mubarak, habían sido transferidas un año después al Parlamento elegido en elecciones en las que se impusieron ampliamente los islamistas.

Pero la cámara de los diputados, dominada por los islamistas, fue oficialmente disuelta el sábado en cumplimiento de un veredicto de la Alta Corte Constitucional, que el jueves anuló las legislativas argumentando un vicio de forma en la celebración de los comicios.

El documento publicado el domingo enmienda una primera Declaración Constitucional promulgada por los militares en marzo de 2011.

El nuevo texto estipula que “el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas ejerce las prerrogativas previstas en la primera cláusula del artículo 56 (el Poder Legislativo) (…) hasta la elección de una nueva Asamblea del pueblo”.

Estos comicios no se podrán celebrar hasta la redacción de una nueva Constitución por una comisión y su adopción “por referéndum”, precisa el texto.
La redacción de la nueva constitución será confiada a una “comisión constitucional que represente a todos los sectores de la sociedad” y que dispondrá de tres meses para terminar sus trabajos, agrega el texto.

La Declaración Constitucional Complementaria estipula también que el CSFA del mariscal Husein Tantaui, “en su composición actual, tiene poder de decisión para todo lo relativo a las fuerzas armadas, el nombramiento de sus comandantes y la prolongación de su servicio”.

Las medidas anunciadas por los militares y la disolución de la Cámara Baja eclipsó los comicios presidenciales que se llevaron a cabo el sábado y el domingo.

Los colegios electorales cerraron sus puertas a las 22.00 (20H00 GMT), dos horas más tarde que lo previsto para favorecer la participación. Unos 50 millones de electores estaban habilitados para votar.

La participación fue menor que en la primera vuelta, indicó Hatem Bagato secretario general de la comisión electoral, cuando se situó en 46% de los incriptos.

Los resultados deben ser proclamados oficialmente el próximo jueves, pero podrían conocerse antes.
 Los Hermanos Musulmanes, que tenían casi la mitad de los escaños en el Parlamento, fustigaron “la voluntad del Consejo militar de tomar todos los poderes”. El presidente de la Cámara Baja, Saab al Katatni, expresó su “rechazo categórico” a la medida.

Preliminares de las elecciones

Los hermanos Musulmanes reivindicaron ayer la victoria de su candidato, Mohammed Morsi, en la primera presidencial organizada en el país desde la caída de Hosni Mubarak en febrero de 2011.

“El doctor Mohammad Morsi es el primer presidente de la República elegido por el pueblo”, afirmó en su cuenta Twitter el Partido de la Libertad y Justicia (PLJ), brazo político de los Hermanos Musulmanes, presidido por Morsi.

Los Hermanos Musulmanes en Egipto anunciaron en la noche del domingo que su candidato a la presidencia, Mohammed Morsi, aventajaba a su rival, Ahmad Chafiq, una vez escrutados los votos en más del 81% de los colegios electorales en ese país.

Un portavoz del movimiento, Jaled Al Qazaz, afirmó a la prensa que Morsi obtenía 10,5 millones de votos (52,49%) y Chafiq 9,5 millones (47,5%) cuando iban escrutados 20 millones de papeletas en 10.703 centros sobre un total superior a 13.000.

La segunda vuelta de esta primera elección presidencial de la era pos-Mubarak, apartado del poder en febrero de 2011, enfrentó a Morsi y a una figura del antiguo régimen, Ahmad Chafiq.

El portavoz de Chafiq, Ahmad Sarhan, aseveró a la AFP que “por ahora” su campo no deseaba comunicar cifras.
Sin embargo, las elecciones se vivieron en un ambiente polarizado, con acusaciones de irregularidades e intentos de desacreditación entre ambos candidatos.