Durante 2012, casi 40 mil personas murieron en Siria, o sea, cerca del 90% de los 45 mil muertos que ha dejado la revuelta contra el régimen de Bachar al Asad iniciada en marzo de 2011, que hoy por hoy se ha transformado en una guerra civil.

En total, 39.362 personas perdieron la vida en Siria en 2012, de las cuales por lo menos 28.113 eran civiles, precisó el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), que considera como civiles también a los que tomaron las armas contra las tropas del régimen del presidente Al Asad.

El número de soldados muertos en 2012 se eleva a 9.482 y el de los desertores a 1.040, precisó esta ONG, con sede en Gran Bretaña, que se apoya en una vasta red de militantes y de fuentes médicas en los hospitales civiles y militares de todo el país. “Hay que agregar otras 727 personas muertas cuyas identidades no ha podido ser establecida”, según el director del OSDH, Rami Abdel Rahman.

Desde que empezó la revuelta popular las autoridades de Damasco dicen luchar contra “grupos terroristas”. Ayer, aseguraron que acogerán favorablemente “cualquier iniciativa” para salir de la crisis en el país “a través de diálogo”, después de que el emisario internacional Lakhdar Brahimi anunciara un plan para resolver el conflicto que ha dejado miles de muertos en los últimos 21 meses.

El primer ministro Wael Al Halaqi insistió de nuevo a través de la televisión estatal, sobre la necesidad del “diálogo nacional” y aseguró que su país está cada día más cerca de la “victoria”.