El autor de los atentados de Noruega, el fundamentalista cristiano y ultraderechista Anders Behring Breivik, telefoneó a la Policía tras asesinar a decenas de jóvenes en la isla de Utoya para comunicar su disposición a entregarse, informó ayer el diario local VG.

«Breivik. Comandante. Integrado en el movimiento de resistencia anticomunista contra la islamización. La operación ha sido completada, quiero entregarme a Delta», dijo en sólo tres segundos Breivik cuando llamó a una comisaría cercana.

Los investigadores consideran, por ésta y otras acciones, que el agresor quería salir con vida del doble atentado, lo que encaja, a su juicio, con el interés de Breivik por difundir su ideología fundamentalista cristiana.