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El BID urge una reforma laboral en Latinoamérica

Con el 56% de los empleados trabajando de manera informal, Latinoamérica y el Caribe tienen el más alto índice de informalidad del mundo, lo que requiere una reforma laboral que debe traducirse en un mayor crecimiento, según un estudio del BID divulgado ayer.

En un capítulo de su informe macroeconómico titulado “Cómo América Latina y el Caribe puede escapar del menor crecimiento mundial”, difundido con motivo de la Asamblea Anual que celebra en Panamá, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) advierte, no obstante, que reformar el mercado laboral “no es una tarea fácil”.

“Las medidas para combatir la informalidad y para estimular la formalización de las empresas pueden llevar al establecimiento de firmas más grandes y eficientes, con una menor tasa de rotación de empleados, mejor capacitación de los trabajadores y más acceso al crédito”, dice.

La informalidad, indica el banco interamericano, “es un rasgo distintivo y persistente de los mercados laborales en América Latina y el Caribe”, lo que la convierte en “la región del mundo que registra el mayor grado de trabajo informal”.

Pese a que en líneas generales el informe calcula en 56% los empleados que trabajan de manera informal en la región, asegura que los índices de informalidad varían mucho de un país a otro, por lo que las medidas deben tratarse individualmente y convertirse en “objetivos clave de reforma” donde son más elevados.

El estudio cita datos comparativos de la Organización Internacional del Trabajo que indican que la tasa de informalidad en los países de ingresos medios fuera de América Latina y el Caribe bordea el 37%, casi 20 puntos menos que en esta región.

“Los rasgos institucionales, las distorsiones y las malas asignaciones en los mercados laborales varían en gran medida de un país a otro; por lo tanto, las reformas deberían estar hechas a la medida de las características de cada país y deberían tener en cuenta las capacidades de implementación”, asegura.

El BID advierte de la complejidad de estas reformas y además asegura que se necesita un diagnóstico para ver qué políticas originan distorsiones en los mercados, un diseño para equilibrar los objetivos económicos y sociales e identificar qué incentivos son apropiados tanto para el lado de la oferta (trabajadores) como de la demanda (empresas) para integrarse a la economía formal.

Algunas causas de la expansión

Políticas institucionales que crean incentivos para trabajar informalmente, como un sistema fiscal que genera una “discriminación tributaria”, penalizando al sector formal.

Programas de seguridad social que benefician a todos los trabajadores, aunque sólo contribuyen los formales.

Programas de salud no contributivos, que proporcionan cobertura a los trabajadores informales, los “que pueden incentivar a la informalidad”.