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El caso Assange se mantiene con dudas a nivel diplomático y legal

Julian Assange considera una “victoria importante” el asilo que le concedió Ecuador, pero en   realidad nada en aguas turbulentas, frente a una gran incertidumbre diplomática y jurídica, ya que el Reino Unido está decidido a extraditarlo pese a todo.

Nada más conocer la posición de Ecuador, Gran Bretaña sostuvo que eso no cambia “nada”, pues tiene la obligación de extraditar a Assange en virtud de los tratados firmados en el marco de la cooperación judicial europea, por lo que rechazó cualquier petición de salvoconducto para el australiano.

Las autoridades británicas también resaltan que el fundador de WikiLeaks agotó todos los recursos posibles en el Reino Unido y que la mayor instancia judicial del país, la Alta Corte de Justicia, dio luz verde a su extradición.

Assange, quien quedó en libertad condicional a fines de 2010, violó al refugiarse en la Embajada de Ecuador las disposiciones que le habían fijado y por ello puede ser detenido. Sin embargo, mientras se encuentre en el interior de la embajada, está en un territorio diplomático protegido, en aplicación de la Convención de Viena, y en teoría no está a merced de las fuerzas de seguridad.

No obstante, Gran Bretaña hizo saber a Ecuador que una ley de 1987 la autorizaba a levantar   el estatuto diplomático de la embajada “para actuar y detener a Assange”, texto que fue votado tras el asesinato de una policía ante la Embajada de Libia en Londres.

Posición. La inmunidad diplomática se hace “para que sea posible que los diplomáticos ejerzan correctamente sus funciones”, pero no para “trabar el proceso de la Justicia en un país”, dijo el ministro británico de Relaciones Exteriores, William Hague. El caso puede eternizarse. “no hay límite en el tiempo”, sostuvo, con lo que parece descartarse por ahora la idea de un asalto a la embajada.

Si se decidiera forzar la puerta de la embajada, Londres debería también tener en cuenta las consecuencias políticas de tal gesto. “Una entrada no autorizada en la Embajada de Ecuador sería una violación flagrante de la Convención de Ginebra”, advirtió Ecuador.

Para el exabogado del partido liberal-demócrata Alex Carlile,  una entrada por la fuerza en la  embajada para sacar a Assange puede suponer un muy peligroso precedente para la seguridad de las embajadas y delegaciones británicas en todo el mundo.

Diversos medios internacionales sugieren distintas formas de sacar subrepticiamente de la embajada ecuatoriana al exhacker de 41 años. Por ejemplo, una salida a bordo de un vehículo oficial, pero que dejaría abierta la posibilidad de una detención cuando fuera a tomar el avión; o en un contenedor con la mención “valija diplomática”, subterfugio que ya fue intentado sin éxito en el pasado.

EEUU no reconoce el ‘asilo diplomático’

El Gobierno de Estados Unidos informó el viernes que no reconoce el “asilo diplomático” que Ecuador otorgó al australiano Julian Assange, el fundador de WikiLeaks refugiado en la embajada ecuatoriana en Londres.

“Estados Unidos no forma parte de la Convención de 1954 de la OEA sobre el Asilo Diplomático y no reconoce el concepto de asilo diplomático como una cuestión de derecho internacional”, señala un comunicado el Departamento de Estado estadounidense.

Ecuador otorgó el jueves asilo diplomático a Assange por suponer que su vida estaría en peligro en caso de ser extraditado a Suecia, donde es requerido por supuestamente haber cometido crímenes sexuales.

 Además, Quito recurrió a la OEA, que sostendrá una reunión de cancilleres el próximo viernes para debatir el caso.

Una “convención sobre el asilo diplomático” de la OEA de diciembre de 1954 estipula que el “asilo es concedido en misiones diplomáticas (…) a personas perseguidas por razones políticas”, con excepción de aquellas “acusadas o juzgadas por delitos de derecho común”.

El caso “trata de un asunto bilateral entre Ecuador y Gran Bretaña y la OEA no tiene ningún papel en esta cuestión”, aseguró el Gobierno de EEUU.

Expertos ven improbable un asalto a la embajada

La hipótesis de que el Reino Unido aplique una ley de 1987 para sacar por la fuerza a Julian Assange de la Embajada de Ecuador en Londres parece poco probable, según varios expertos británicos, una idea que uno de ellos no duda en calificar de “estúpida”.

Un asalto a la embajada sería un escándalo mayúsculo, algo comparable, según Alex Carlile, un exabogado del partido liberal-demócrata, a un ataque de Irán contra la Embajada de Gran Bretaña en Teherán para sacar a una joven iraní bajo amenaza de lapidación.

Para Chris Brown, profesor de Relaciones Internacionales, el Reino Unido fue “increíblemente estúpido” al sacar a relucir esta ley. Sin embargo, dijo, no hay “ninguna posibilidad” de que Londres la aplique. El texto sólo se aplicó una vez para desalojar a manifestantes de la Embajada de Camboya (1988).

Carl Gardner, exjurista del Gobierno británico, explica que hay otros elementos de la ley de 1987 que impiden aplicarla en el caso de la Embajada de Ecuador.

Empero, remarcó, si Gran Bretaña está realmente determinada a detener a Assange, “lo más fácil sería quizás romper las relaciones diplomáticas con Ecuador”.