La cúpula del Gobierno de Venezuela cerró filas y negó divisiones internas a seis días de la juramentación prevista del presidente Hugo Chávez, que sufre de una severa infección pulmonar, 24 días después de su cuarta operación de cáncer en La Habana.

Tras regresar de la capital cubana, el vicepresidente Nicolás Maduro y el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, atacaron a medios internacionales por una supuesta tentativa de desestabilización del país y a la oposición por ser el origen de “todas las campañas de rumores malsanos”.

El Gobierno denunció también una “guerra psicológica” que “el entramado mediático transnacional” desató sobre la salud de Chávez con el fin de “desestabilizar” el país y “desconocer la voluntad popular expresada en las elecciones presidenciales” de octubre de 2012.

Maduro y Cabello, que por sus funciones serían los llamados a reemplazar interinamente a Chávez en momentos diferentes según la Constitución para convocar a elecciones presidenciales en 30 días, se mostraron unidos y atacaron al diario  ABC de España, que escribió sobre una supuesta lucha de poder entre ambos líderes.

Sin embargo, a pesar de la gravedad del estado de salud de Chávez, ninguno de los dos hombres fuertes del chavismo se refirieron a qué es lo que ocurrirá el 10 de enero, cuando constitucionalmente termina el tercer mandato de Chávez y comienza otro. Chávez sufre una severa infección pulmonar, según el Gobierno, lo que especialistas consideran como un avatar corriente y a menudo fatal para los enfermos de cáncer.

La Asamblea Nacional iniciará sus sesiones hoy y debe elegir a su presidente, quien en caso de que Chávez no pueda reasumir debería ocupar la presidencia interina para convocar a elecciones.

Posesión. Los analistas anticipan que será reelecto Cabello, de 49 años, un exteniente que participó en la intentona fallida de Chávez en 1992 y es el actual número dos del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV-oficialista). De no ser así, dijo Luis Vicente León de la encuestadora Datanálisis, quedaría en evidencia una división en el oficialismo.

Sin embargo, antes de su último viaje a La Habana para operarse, Chávez estableció que en caso de que quede inhabilitado para ejercer la presidencia, quien debe asumir es el vicepresidente y canciller Maduro, de 50 años, a quien consagró también como el candidato del oficialista PSUV a la presidencia en caso de que haya que convocar a elecciones y Cabello aceptó esa decisión.

Los líderes ‘juraron’ unidad ante Chávez

El vicepresidente de Venezuela, Nicolás Maduro, respondió a los rumores sobre supuestas divisiones en el chavismo afirmando que él y el titular de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, juraron unidad ante el presidente Hugo Chávez.

“Hemos jurado frente el comandante Chávez y le hemos ratificado hoy el juramento frente al comandante Chávez que vamos a estar unidos junto a nuestro pueblo”, indicó Maduro a su regreso de La Habana en un acto con los ministros del Gabinete y con el titular del Parlamento.

Por su parte, Cabello pidió a los ciudadanos que “no caigan en los rumores de la oposición” asegurando que “a ellos no les interesa en verdad lo que le pasa al presidente Chávez en su salud”. Luego el presidente de la Asamblea Nacional afirmó que la oposición venezolana tiene “muchas dudas” sobre lo que va a hacer, pero los chavistas tienen claro cómo proceder en “cualquier circunstancia que se presente en este país”.

Supuestos no cambian horizonte electoral

Las especulaciones sobre qué pasará el 10 de enero si el presidente  Hugo Chávez no puede asumir su mandato y sobre supuestas divisiones en el chavismo o alrededor de un eventual gobierno de transición calientan el debate en Venezuela, pero no cambian el horizonte de unas elecciones.

La posibilidad cada vez más cierta de que el hombre que gobierna Venezuela desde 1999 no esté el 10 de enero en la asunción presidencial atizó los supuestos sobre si se tratará de una ausencia temporal o permanente y por tanto de la vía que se debe seguir para la constitución del Gobierno.

Analistas ven que esta situación genera incertidumbres, pero también que en el medio plazo nada cambia y que de una u otra manera si Chávez no continúa, se irá a elecciones. La Constitución establece que si el presidente electo está ausente el 10 de enero, el titular de la Asamblea Nacional asuma el poder hasta la convocatoria de elecciones en 30 días.

Sin embargo, desde el chavismo se maneja la hipótesis de declarar una ausencia temporal de Chávez que permitiría dilatar la fecha de asunción hasta que se recupere, e incluso hay voces que sugieren que sería innecesario ese acto, ya que el mandatario es un jefe de Estado reelecto y por tanto ya ha asumido con anterioridad.

Sea como fuere, si Chávez muere en los primeros cuatro años de los seis que tiene de mandato habrá que llamar a elecciones. El chavismo decidirá lo que va a suceder el 10 de enero más allá de lo que establezca la ley.