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El dólar resucita en Cuba mientras el CUC agoniza en las colas

«No se acepta CUC», se lee en la puerta de una bodega en Cuba. Con el retorno del dólar a la economía de la isla, nadie quiere pesos cubanos convertibles. La demanda por el billete verde aumenta, pero adquirirlo es un lujo.  

«Si tenemos 11 millones de habitantes, un millón (por ejemplo) puede comprar en dólares, ¿y los otros? Yo no tengo una familia en el extranjero» que envíe dinero, dice Aleskis Rodríguez, de 31 años, mientras hace fila para comprar café y pagarlo en CUC, en un mercado de La Habana que sí los recibe.

Sin turismo por la pandemia, retrasos en la reforma de su economía socialista y afectada por el endurecimiento del bloqueo de Estados Unidos, la isla precisa divisas para seguir funcionando.

En este país que importa casi el 80% de lo que consume, desde julio es posible comprar alimentos en dólares en algunas tiendas estatales, solo con tarjeta bancaria. Desde el año pasado también se venden electrodomésticos y piezas de autos en esa modalidad.

Algunos cubanos tienen dólares en sus cuentas bancarias, transferidos por sus familias desde fuera, con limitaciones. Pero la mayoría debe primero conseguir el dólar en Cuba para depositarlo y luego ir a la tienda.

Con las fronteras cerradas y la actividad económica detenida, el billete verde escasea en bancos y casas de cambio. En el mercado informal, quienes lo atesoran bajo el colchón lo venden en torno a 1,5 CUC la unidad, cuando su valor oficial es de 1 CUC por dólar.

(25/09/2020)