El presidente ruso, Dimitri Medvedev, destituyó a varios altos oficiales por «negligencia criminal» al no haber evitado que los incendios forestales alcanzaran una base militar la semana pasada, mientras el fuego obligó a evacuar los materiales radiactivos de una planta nuclear.

Ante la magnitud del fuego, que según el último balance oficial mató a 48 personas, Medvedev interrumpió su descanso veraniego en el balneario de Sochi para presidir en Moscú una reunión de emergencia del consejo de seguridad nacional ruso.

En un firme anuncio, el Mandatario hizo una advertencia formal al jefe de la marina rusa, el almirante Vladimir Vysotsky, y su segundo Alexander Tatarinov, a propósito de los incendios forestales que la semana pasada alcanzaron una base logística naval en Kolomna, al sudeste de Moscú.