El túnel que se construye para rescatar a los 33 mineros atrapados en el norte de Chile debe estar terminado dentro de las próximas 24 horas, dando inicio al esperado operativo final de rescate, que los izaría a la superficie entre 3 y 8 días después.

En el reporte diario en la mina, el ministro de Minería, Laurence Golborne, dijo ayer que el pozo por el cual serán izados los mineros atrapados llegó a los 584 metros sobre los 624 metros totales y estará terminado «dentro de las próximas 24 horas».

Dijo que la llegada de la perforadora se podría dar entre anoche o la madrugada de hoy, pero que no podía prever una hora «porque ésta no es una ciencia exacta».

«El rescate se iniciaría entre tres días u ocho (tras terminar la perforación), dependiendo de las decisiones que se toman sobre el encamisado», que es el procedimiento para revestir el pozo con tubos metálicos, dijo. Sus cálculos, sumados a los del jefe del operativo, André Sougarret, relativizaron una declaración del ministro de Salud, Jaime Mañalich, quien señaló que el rescate se iniciaría el martes.

Sougarret aprovechó para señalar que una vez la perforadora concluya el hoyo, el espacio interior de la mina deberá ser ampliado con explosivos que serán manejados por los propios mineros atrapados. La explosión busca ampliar el lugar hasta donde llega el túnel, para que quepa la jaula de unos cuatro metros de largo en la que se serán izados uno a uno los mineros.

«Es una tronadura (explosión) y eso significa tener las precauciones con el manejo de explosivo. Debemos despejar para que la onda expansiva no alcance a nadie», dijo Sougarret.

El operativo de ampliado estará a cargo de los propios mineros atrapados que «son personas que tienen licencia para el manejo explosivo. Son mineros que trabajan con este tema», dijo Sougarret sin especificar cuánto material explosivo se utilizaría ni la forma de hacerlo llegar a los mineros.

Por otra parte, el Ministro de Salud dijo que algunos de los mineros «han tenido manifestaciones de ansiedad como era anticipable; otros que han tenido un aumento de la frecuencia cardiaca más allá de lo deseable». La ansiedad de los mineros es la misma que viven las familias instaladas en el ‘Campamento Esperanza’ en las proximidades de la mina.

La efervescencia va creciendo a medida que se acerca la fecha del rescate. El pasado fin de semana había 300 periodistas, ayer había 500 y se calcula 1.000 para este fin de semana. Según el oficial policial Guillermo Berger, encargado de la seguridad en la mina, algunas familias expresaron su molestia ante la cantidad de periodistas y «turistas» que han llegado, según reporta el diario El Mercurio.

El presidente Sebastián Piñera tampoco se pudo sustraer al ambiente febril que se vive. «Si Dios lo quiere en pocos días más volveremos a llorar de emoción y alegría como lo hicimos cuando supimos que estaban vivos, cuando veamos a esos 33 mineros salir desde las profundidades de la montaña», dijo en Santiago.

La euforia llegó hasta el Vaticano, donde el papa Benedicto XVI recibió una bandera chilena firmada por los 33 mineros atrapados.

El deseo del Presidente

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El presidente Evo Morales, quiere estar presente el día en que los 33 mineros sean rescatados, dijo ayer el mandatario chileno, Sebastián Piñera, quien dijo que Morales fue quien le expresó su deseo.

El plan paso a paso

La perforadora
La T-130 debe completar hasta hoy el hoyo de 624m y 66cm de diámetro hasta la galería donde están atrapados los 33 mineros.

Revestir o no el hoyo
Una vez completado el hoyo se decidirá si se lo reviste o  con tubos metálicos. También se podrían revestir algunos tramos. Dependiendo de esa decisión, el rescate se dará entre tres y ocho días después de finalizar la construcción del hoyo.

Dos socorristas

Un experto minero, primero, seguido de un socorrista de la marina chilena bajarán en una cápsula hasta el fondo de la mina para ayudar a los mineros en su proceso de salida a la superficie.

Izados en la cápsula
Los 33 serán izados en una cápsula de cuatro metros de alto dotada de oxígeno, equipo de comunicación y arneses que miden los signos vitales. A los mineros se les proveerá de guantes, agua y gafas para que no sufran daños oculares después de tanto tiempo en la oscuridad. El tiempo de ascenso va desde media hora hasta dos horas por minero.

Primero los hábiles
Primero saldrán los «más hábiles», los que no están excedidos en el peso y se cree que serán capaces de mantener la tranquilidad y operar la cápsula en caso de inconveniente.

Luego los frágiles
El segundo grupo lo conformarán los frágiles, los de mayor peso, el minero que sufre de diabetes y otro que sufre dificultad respiratoria.

Al final los fuertes
Los últimos en salir serían los más «fuertes», capaces de seguir colaborando y manejando la ansiedad de ese momento clave.