La presencia de medio millón de fieles en Fátima representa un mensaje de apoyo al papa Benedicto XVI en un momento difícil para la Iglesia Católica, afectada por los escándalos de pedofilia de numerosos sacerdotes en varios países de Europa y Estados Unidos.

Para el portavoz del Vaticano, padre Federico Lombardi, esos escándalos por los abusos a menores en el seno de la Iglesia «no han debilitado» la imagen del Papa alemán, tras confirmar que 500.000 peregrinos asistieron a la misa oficiada en el santuario.

«Con lo que ha ocurrido en los últimos meses, por el problema del escándalo de los abusos, se podía pensar que la imagen del Papa se debilitaría, pero eso no ocurrió», afirmó el religioso durante una conferencia de prensa al término de la multitudinaria ceremonia. «La vitalidad hacia el Papa no está en crisis por lo ocurrido en los meses pasados», agregó.