Los diputados españoles aprobaron ayer por aplastante mayoría incluir en la Constitución una regla que limite el déficit público, en un intento de aplacar a los mercados pero que hace temer a la opinión pública recortes de los logros sociales en estos tiempos de crisis.
El proyecto, consensuado por los dos partidos mayoritarios, el PSOE (izquierda, en el gobierno) y el PP (derecha, oposición), será votado el miércoles para su aceptación definitiva en el Senado, donde las dos formaciones políticas deben alcanzar sin dificultad la mayoría necesaria de tres quintos.
La reforma constitucional, que implica la inscripción en la Carta Magna de un principio estructural de estabilidad presupuestaria que limite el endeudamiento del país, fue aprobada en la Cámara Baja por 316 votos a favor y cinco en contra. Varios partidos nacionalistas se abstuvieron de votar y hubo duras críticas de las pequeñas formaciones, tanto por su contenido como por haberse tramitado con procedimiento de urgencia.
Rosa Díez, portavoz de la centrista Unión Progreso y Democracia, llegó a acusar a PSOE y PP de haber «expropiado la Constitución». Todas las enmiendas presentadas fueron rechazadas y las que pedían un referéndum ni siquiera fueron admitidas a debate.
La modificación de la Constitución estará acompañada de una ley orgánica, adoptada de aquí a junio del 2012, que fijará la cifra máxima permitida de endeudamiento.