EEUU, principal valedor de Israel, vetará el reconocimiento de Palestina como miembro de pleno de la ONU, con lo que la petición de Abbas no tendrá ningún recorrido. Ayer, el portavoz del Departamento de Estado de EEUU, Mark Toner, ha reafirmado la postura estadounidense de oposición al plan palestino justificando que «es contraproducente» y que no acabará con el resultado deseado de «dos estados que conviven el uno junto al otro en paz y con seguridad». Según dijo Toner, Washington «continúa comprometido» con su intención de que israelíes y palestinos reanuden las negociaciones, para que finalmente conduzcan a «un acuerdo de paz completo».

Por su parte, la UE se limita a «tomar nota» de la iniciativa palestina, aunque su apuesta es la de una «solución constructiva» que conduzca a reanudar las conversaciones. «seguimos creyendo que una solución constructiva susceptible de concitar el mayor apoyo posible y de permitir la reanudación de las negociaciones es el mejor y el único medio de llegar a la paz, y a la solución de dos estados que desea el pueblo palestino», ha dicho Maja Kocijancic, portavoz de la jefa de la diplomacia europea.

Finalmente, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, lamentó el «paso unilateral» dado por los palestinos, que, a su juicio, no llevará a la paz. «La paz no se consigue dando pasos unilaterales en la ONU ni uniéndose con la organización terrorista Hamás. La paz solo se puede alcanzar a través de negociaciones directas con Israel», dice una nota emitida por su oficina. «El liderazgo de la Autoridad Palestina ha evitado consistentemente las negociaciones de paz con Israel», acusa el escrito, que añade que cuando ésta «abandone las medidas fútiles y unilaterales en la ONU, encontrará en Israel un socio genuino para negociaciones de paz directas».

APUESTA. La iniciativa palestina está condenada al fracaso, pero es una forma de presionar a EEUU, que tendrá que vetarla y posteriormente explicar a los países árabes, en plena efervescencia democrática, las razones de este rechazo y su incondicional apoyo a Israel.

El presidente de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y de la Autoridad Palestina podía haber optado por la vía posibilista, la que recomendaban Washington, Bruselas e Israel: acudir a la Asamblea General de la ONU, pedir una ligera mejora en su actual situación de «entidad observadora» y arrancar algunas concesiones previas a una nueva ronda de negociaciones. Esa vía, según los cálculos palestinos, iba a permanecer abierta tras el previsible no del Consejo de Seguridad por el veto estadounidense. Abbas ha decidido ir por el premio máximo y luego, según evolucionaran los acontecimientos, conformarse con menos.

 

                                             Cientos de mujeres apoyan el pedido

No sólo palestinas, sino también israelitas están a favor de la iniciativa

EFE. Alrededor de 300 mujeres israelíes y palestinas se manifestaron ayer en el puesto de control militar israelí de Qalandia para mostrar su apoyo a la aceptación en la ONU de Palestina como Estado miembro.

La protesta, convocada por el Movimiento de Solidaridad de Sheij Yarrah y grupos activistas de mujeres, tiene lugar dos días después del discurso del presidente palestino, Mahmud Abbas, en el que informó de que la próxima semana presentará ante el Consejo de Seguridad de la ONU la solicitud de que Palestina ingrese en la organización como miembro de pleno derecho.

«Con esta protesta hemos querido que se oiga claramente la voz de las mujeres en ambos lados en apoyo a la independencia palestina. Es un llamamiento a la comunidad internacional para que reconozca a Palestina como un miembro pleno de la ONU», declaró a EFE Sara Venninga, israelí de 28 años que tomó parte en la protesta en Qalandia (al norte de Jerusalén y sur de Ramala).

Hasta ahora, denunció, «las negociaciones no han servido más que para encubrir la expansión de los asentamientos (judíos en territorio palestino) y para continuar con la desposesión de tierras (a los palestinos)… la ocupación tiene que acabar y acabará a través del esfuerzo de la gente en ambos lados, en un movimiento no violento».

El Movimiento de Solidaridad considera que «la insistencia israelí y (norte) americana para que se reinicien las negociaciones (de paz) refleja el deseo de mantener el statu quo e impedir que tengan lugar pasos significativos sobre el terreno».

                            

                                    Islamistas de Hamás se oponen a la iniciativa

EFE. El Acudir a la ONU «será inútil mientras que no se resuelva la división interna entre la franja de Gaza y Cisjordania», declaró a EFE Mohamed Abu Zreineh, exoficial de Policía de 32 años residente en el campo de refugiados de Yabalia. Los islamistas de Hamás han mostrado su rechazo a la iniciativa que encabeza el presidente palestino, Mahmud Abbas, al entender que es innecesaria y que comporta riesgos legales.

En paro desde junio del 2007 (cuando Hamás tomó por la fuerza el control en la franja y expulsó a las fuerzas leales a Al Fatah), Zreineh cree que la unidad de Fatah ―que preside Abbas y gobierna en Cisjordania― y los islamistas, que controlan Gaza, debe ser el primer paso para avanzar hacia la independencia palestina, y acusa a ambas facciones de «preocuparse solo de sus intereses personales».

«Ninguno de los dos intenta seriamente acabar con la división que ha llevado a nuestro sufrimiento en Gaza (…). Para Abbas, pedir la entrada en la ONU es más importante que la reconciliación, y para Hamás también es más importante mantenerse en el poder», declara este expolicía, a quien la Autoridad Nacional Palestina (ANP) le paga su salario a pesar de que desde el cambio de poder en la franja no puede ejercer su servicio.