La cresta de la crecida del río Misisipi (Estados Unidos) alcanzó hoy la ciudad de Memphis, en Tennessee, donde cientos de familias tuvieron que ser evacuadas al llegar el nivel del agua hasta 14,6 metros, según informaron las autoridades, informa EFE.

El Servicio Meteorológico Nacional indicó que las aguas llegaron de madrugada a esa cota, a pocos centímetros por debajo de la máxima registrada en 1937, y permanecerán en esos niveles de 24 a 26 horas, según el periódico El Mundo.es.

A primera hora de hoy la corriente del río estaba a 4,22 metros por encima del nivel que se considera como inundación.

Cientos de residentes en Memphis y West Memphis, así como en Arkansas, han sido evacuados y alojados en albergues, informaron las autoridades, según la agencia española.

El cauce principal del Misisipi está tan crecido que los ríos y arroyos que desembocan en él no pueden afluir, con lo que han anegando vastas regiones de los Estados de Illinois, Misuri, Arkansas, Tennessee y amenazado con inundaciones a Misisipi y Luisiana.

El periódico mexicano El Financiero informa de que los afluentes del río han llevado volúmenes inusuales de agua producto del deshielo en lugares más altos como Wisconsin y Ohio, y también debido a la fuerte temporada de lluvias, por lo que los expertos estiman que el nivel del río se normalizará hasta junio próximo.

En Arkansas, las autoridades reportaron que 16 poblados fueron afectados por el White River, tributario de Misisipi, ocasionando tres muertes para sumar 16 desde que las fuertes lluvias comenzaron a afectar el estado a finales de abril pasado.

El Servicio Avanzado de Predicción Hidrológica del SMN mantiene alerta de «inundaciones mayores» en las próximas 48 horas en Memphis, Osceola, Caruthersville y Tiptonville en el estado de Tennessee.

Memphis está protegida por un sistema de diques construidos tras una gran inundación registrada en 1927, que cubrió más de ocho millones de hectáreas y causó 500 muertos. Diez años después se produjo otra, que marcó el récord hasta el momento en cuanto al nivel del agua.

Gracias a los diques, la región está ahora mejor preparada para lidiar con las crecientes del Misisipi, el cuarto río más grande del mundo y el mayor de América del Norte.