El socialista François Hollande asumió ayer la presidencia de Francia y nombró inmediatamente a Jean-Marc Ayrault su primer ministro, en una intensa jornada que culminó en Berlín, donde se reunió por primera vez con la canciller Angela Merkel para hablar del crecimiento en Europa, el futuro del euro y la crisis griega.

Al término de una reunión, Hollande y Merkel ratificaron la importancia de una buena relación entre Alemania y Francia y el deber que tienen ambos países de trabajar juntos. Hollande, que abogó por una relación franco-alemana “equilibrada y respetuosa”, dijo que en la próxima cumbre europea había que poner “todosobre la mesa”, incluso la propuesta de los eurobonos. Merkel y Hollande dijeron en una conferencia de prensa común que quieren a Grecia dentro de la Eurozona. 

Rayo. La reunión entre Hollande y Merkel comenzó con más de una hora de atraso debido a que el primer viaje oficial del presidente francés fue perturbado por un incidente de vuelo cuando un rayo alcanzó el avión en que viajaba, obligándolo a dar media vuelta y retornar a París.

El incidente de vuelo puso un poco de suspenso a la primera jornada presidencial de Hollande, en la que alternaron el sol y la lluvia y que había transcurrido con entera normalidad. “A partir de este día, Usted encarna Francia, Usted simboliza la República y Usted representa al conjunto delos franceses”, le dijo el presidente del Consejo Constitucional, Jean-Louis Debré, a François Hollande, que desde ese momento pasó a ser formalmente presidente. 

Hollande afirmó que espera “abrir una nueva vía en Europa”, y propondrá a los dirigentes europeos un “nuevo pacto” que incluya la reducción de las deudas públicas y “un indispensable estímulo de la economía”. Insistió asimismo en la necesidad de reciprocidad en los intercambios comerciales de la Unión Europea (UE) con el resto del mundo.

La ceremonia de investidura se realizó respetando el protocolo tradicional. Hollande llegó por la mañana al palacio presidencial. Recorrió la alfombra roja desplegada en el patio de honor del edificio. Nicolas Sarkozy, presidente derechista saliente, bajó la escalinata para recibirlo al pie de ella.

El presidente saliente y el electo se dirigieron luego al despacho presidencial para una reunión a puertas cerradas, durante la cual el jefe de Estado saliente transmitió a su sucesor los códigos relativos al armamento nuclear.

Terminada la reunión, Sarkozy abandonó el palacio del Elíseo, donde comenzaba la ceremonia de investidura, en la que Hollande recibió el collar de gran maestro de la orden de la Legión de Honor y Debré proclamó su investidura.

Electo en segunda vuelta el 6 de mayo con 51,6% de los votos, François Hollande, de 57 años, es el séptimo presidente de la Quinta República Francesa y el segundo socialista que ocupa el cargo, desde 1981, cuando asumió François Mitterrand.