Treinta años después del descubrimiento del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), causante del sida, Sudáfrica, el país con más casos del mundo, afronta con esperanza la reducción en el número de contagios y de muertes gracias a los nuevos tratamientos.

El sur del continente africano cuenta con las tasas más elevadas de prevalencia del VIH, con Suazilandia (25,9%), Botsuana (24,8%), Lesoto (23,6%) y Sudáfrica (17,8%), según las estadísticas del programa de las Naciones Unidas para el sida (ONUSIDA). Pero la prevalencia de la infección entre los jóvenes en la región este y sur de África se ha reducido en un 25%, según el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA). Aun así, 190.000 personas de entre 15 y 25 años contrajeron el virus durante el 2010 en Sudáfrica.

Los programas de educación y uso del preservativo, la circuncisión, que reduce en un 60% el riesgo de contagio en varones, y la detección temprana empiezan a revertir la imparable curva ascendente de afectados. «Se han cometido grandes errores en estos 30 años; no reconocimos el problema ni actuamos en un principio, y, cuando reaccionamos, la enfermedad ya se había generalizado», reconoce la doctora Asha Mohamud, asesora del la oficina de África meridional del UNFPA.