El vestido, el secreto esperado
Reserva. Poco se ha hablado en círculos oficiales sobre la prenda que llevará Kate
Cuando la futura princesa se apee mañana de su Rolls Royce frente a la abadía de Westminster, la gente sólo tendrá ojos para este modelo que dará la vuelta al mundo en cuestión de segundos y desatará innumerables comentarios, halagüeños o viperinos en las redes sociales, mientras los imitadores ponen en marcha su maquinaria.
«Es el vestido que va a recibir la atención más instantánea y mundial de la historia», estimó Edwina Ehrman, conservadora del museo Victoria and Albert de Londres que prepara una exposición sobre moda nupcial.
El secreto mejor guardado de cualquier novia ha despertado una expectación aún mayor por tratarse de una probable futura reina de Inglaterra, y el palacio ha mantenido silencio sobre el traje que se espera dé algunas pistas sobre la personalidad de la princesa.
«Su vestido no es simplemente su traje de novia sino una enorme bandera que simbolizará su gusto, su compromiso (o no) con la moda y su actitud respecto al dinero en una época en la que la economía está de capa caída», escribió la directora de la edición británica de la revista Vogue, Alexandra Shulman.
«Es mucho más que un vestido», afirmó en un artículo especial publicado este mes en el diario The Times.
No se sabe sobre qué diseñador ha recaído esta real responsabilidad, aunque muchos rumores parecen apuntar hacia Sarah Burton, sucesora del desaparecido Alexander McQueen, una elección que satisfaría al mundo de la moda británica.
Además, Burton ya tuvo relación con la familia real cuando el 2005 creó el traje de novia de la nuera de Camila, Sara Buys, quien estaría asesorando a Kate en moda y estilo. Esto no impide que se barajen otros nombres como la relativamente desconocida Sophie Cranston, Alice Temperley, Phillipa Leple o Bruce Olfield.
Sea quien fuere el elegido, expertos coinciden en que el vestido de Kate será clásico y elegante, pero dado el contexto económico actual más sencillo que el traje de estilo merengue, de cuento de hadas, con ocho metros de cola, que llevó Diana el día de su boda con el príncipe Carlos en 1981.
La originalidad no será el color, que estará entre blanco, crudo y marfil, ni en las telas, entre las que debería dominar la mejor seda, tal vez combinada con detalles de encaje dado que una princesa no puede aparecer con la espalda y los hombros desnudos.
Debe llenar la abadía
El vestido debería tener algún detalle moderno o dramático, y sobre todo llenar la Abadía de Westminster, puede ser con una larga cola, un gran velo o mucho volumen.
Republicanos preparan la ‘no boda real’ en Londres
Los republicanos británicos, que representan a entre un 20 y un 25 por ciento de la población según las encuestas, preparan fiestas alternativas a las previstas con motivo de la boda entre el príncipe William y Kate Middleton.
El grupo de activistas Republic, fundado en 1983 y apoyado por personalidades y famosos del país, como el cineasta Mike Leigh o la escritora Philippa Gregory, organizará la ‘no boda real’ en Red Lion Square de Londres, donde habrá música de jazz, comida y entretenimiento para los asistentes, además de venderse productos antimonárquicos.
Además de este acto, al que se espera que acudan cientos de londinenses, la organización anima a los británicos a celebrar sus propias fiestas.
Programación
La boda del príncipe William y Kate Middleton, perfectamente orquestada, se llevará a cabo el viernes según un programa milimetrado casi al minuto durante casi 11 horas de ceremonia y fiesta. AFP
Ensayo
Un desfile recorrió a primera hora de la mañana de ayer las calles del centro de Londres para ensayar la parada militar que acompañará la boda real del príncipe William y Kate Middleton. EFE
Sueño
La joven mexicana Estibalis Georgina Chávez ya logró los 500 euros que le exigen para poder ingresar al Reino Unido y si no hay otra exigencia cumplirá su sueño de asistir a la boda real. EFE
Prohibido
Un pub de Derby, en el centro de Inglaterra, ha decidido prohibir mañana la palabra «boda real» en su local y multar con una libra a cualquier persona sorprendida en flagrante delito. AFP