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En Asia el desconfinamiento con fronteras cerradas desgarra a muchas familias

Las medidas de confinamiento para luchar contra la pandemia de covid-19 se van levantando progresivamente en Asia, pero las fronteras siguen cerradas, creando situaciones desgarradoras para muchas personas y familias.

La francesa Julie Sergeant, por ejemplo, se enfrentó al dilema cruel de ir o no ir al funeral de su padre en Francia, ya que hacerlo implicaba no poder volver a Japón donde reside y trabaja.

«Corría el riesgo de perder mi trabajo, mi apartamento y cualquier fuente de ingresos por mucho tiempo», dijo Julie Sergeant, de 29 años.

Le dijeron que podría tratar de obtener una excepción por razones humanitarias, pero dos días antes del funeral era demasiado tarde.

«Mi madre estaba destrozada. Yo era la única de la familia que no podía asistir al funeral de mi padre. Mi hermano y mi hermana me contaron cómo cada uno escribió una nota sobre un trozo de papel que metieron en su chaqueta. Y eso yo no pude hacerlo», dijo a la AFP con la voz quebrada.

Varios países prohibieron el acceso a su territorio a los extranjeros e incluso cerraron pura y simplemente las fronteras, a veces con consecuencias dramáticas para quienes viven a unos 10.000 km de sus familias.

Los japoneses pueden regresar a Japón aunque deben hacer una cuarentena si proceden de una zona de riesgo.

Pero los residentes extranjeros, incluidos los cónyuges de japoneses o las personas que tiene vínculos antiguos con el país, como el gran número de coreanos que han estado en Japón desde hace generaciones, no pueden acceder al territorio una vez que salen.

(10/06/2020)