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En Bahréin abren fuego contra opositores

Las fuerzas bahreiníes dispararon ayer contra un grupo de chiitas que ignoraron la prohibición de manifestarse, mientras seis líderes del ala radical de la oposición fueron detenidos, un día después de la sangrienta represión de las protestas en Manama.

Naciones Unidas denunció ayer el asalto, por la Policía de Bahréin, de hospitales y centros médicos, en «violación flagrante» a la legislación internacional.

La situación era tensa en Manama y en localidades chiitas de los alrededores de la capital. La circulación estaba perturbada por el despliegue de fuerzas del orden.  Un centenar de personas trató de protestar en el poblado de Deih, al oeste de Manama, pero la Policía disparó con escopetas y lanzó granadas lacrimógenas contra los manifestantes.

La oposición bahreiní prometió anoche continuar sus manifestaciones «pacíficas» por la democracia, afirmando que no dejará que las Fuerzas Armadas asfixien el movimiento de protesta lanzado a mediados de febrero.

«No renunciaremos ante las Fuerzas Armadas», declaró el dignatario chiita Alí Salman, jefe del Wefaq, el partido de oposición chiita más importante, en rueda de prensa en la que participaron los seis grupos de oposición. «Insistimos en el aspecto pacífico de nuestras actividades y no deberíamos vernos obligados a enfrentarnos a fuerzas de seguridad», añadió en un comunicado.

Centenares de chiitas se manifestaron ayer, por segundo día consecutivo, en el este de Arabia Saudita para protestar contra la represión de sus correligionarios en Bahréin, según testigos. El miércoles, las autoridades habían anunciado que las reuniones, marchas y sentadas estaban prohibidas en todo el país, un día después de la represión.