La expulsión del embajador del régimen de Muamar Gadafi en España, junto a otros tres diplomáticos, y la convocatoria a los líderes de las tribus libias en Roma son acciones que asumieron los dos países del sur de Europa ante el conflicto que no se resuleve en el país norafricano.

El Gobierno español anunció ayer la expulsión del embajador de Libia en España, Ajeli Abdussalam Ali Breni, y de tres funcionarios de la oficina diplomática por mantenerse fieles al régimen de Muamar Gadafi.

El Ministerio español Exteriores informó de que comunicó al embajador la decisión de poner fin a su misión.
Señaló que le ha dado un plazo de 10 días para abandonar España, después de que el Ejecutivo haya considerado que el régimen de Gadafi ha perdido «toda legitimidad por la continua represión que viene ejerciendo contra la población libia».

Mientras que en Roma, el ministro de Asuntos Exteriores de Italia, Franco Frattini, anunció que esa ciudad acogerá, probablemente la próxima semana, una «gran asamblea política» con cientos de representantes de la sociedad y las tribus de Libia.

En declaraciones a la televisión pública italiana Rai1, Frattini anunció además que hoy firmará con representantes del Consejo Nacional de Transición (CNT) de Libia un acuerdo de colaboración en materia migratoria.

Probablemente, la próxima semana se celebrará en Roma «una gran asamblea política de reconciliación que reunirá a todos los representantes tribales de todas las regiones y de la sociedad» libia, indicó Frattini. «En esta asamblea participarán entre doscientas y trescientas personas que representarán, de hecho, a toda Libia», agregó.

El jefe de la diplomacia italiana explicó que esta iniciativa surge de la propuesta para celebrar una asamblea política de reconciliación nacional libia que Italia lanzó durante la cumbre del Grupo de Contacto sobre Libia celebrada el 5 de mayo en Roma.

 El ministro italiano comentó además que el acuerdo que su Gobierno firmará mañana con el CNT permitirá «prevenir y luchar contra los flujos de inmigrantes irregulares, incluido el problema de las repatriaciones».

 «A diferencia de lo que se hacía con el régimen de Gadafi, ACNUR, la agencia de Naciones Unidas para los Refugiados, participará plenamente» en el acuerdo, indicó Frattini.

De visita en Madrid, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, junto al presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, defendió la necesidad de mantener la presión militar, política y económica sobre el régimen de Gadafi y apoyar al Consejo Nacional de Transición de Libia, y aunque el primer ministro Baghdadi Mahmudi no descartó el diálogo aseguró que no se hablará de la salida del líder libio.

Podría haber elecciones

Saif al Islam, hijo de Muamar Gadafi, dijo en una entrevista en el Corriere della Sera estar dispuesto a celebrar elecciones en un plazo de tres meses, como máximo a finales de año, bajo la supervisión de observadores internacionales para terminar con el conflicto en Libia.