Decenas de estudiantes secundarios chienos, levantaron barricadas este jueves para cortar el tránsito en distintos puntos de Santiago al dar comienzo a una jornada de protestas estudiantiles en demanda de reformas constitucionales que refuercen la educación pública.

Los manifestantes levantaron barricadas con neumáticos encendidos en 13 puntos de Santiago y fueron reprimidos por uniformados, que emplearon agentes químicos y carros lanza-agua, sin que se hayan registrado lesionados ni detenidos, informó a la AFP una fuente policial que pidió el anonimato.

Una de estas barricadas se levantó en pleno centro de Santiago, donde estudiantes quemaron neumáticos y maderas a pocos metros del emblemático colegio Instituto Nacional y de la Universidad de Chile, que hace dos meses se encuentran tomados por estudiantes al igual que otros centenares de centros educativos, según imágenes difundidas por el canal estatal tvn.

Similares disturbios se produjeron en ciudades del interior del país como Iquique, Valparaíso y Concepción, según el informe policial, informa AFP.

Los desórdenes se registraron al inicio de una jornada de protestas estudiantiles que el gobierno no autorizó para evitar daños a la propiedad pública y privada como los provocados en tres marchas realizadas anteriormente y en las que participaron unas 80.000 personas.

La noche del miércoles, una reunión del ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, con los dirigentes estudiantiles y del profesorado para tratar de llegar a un acuerdo quedó en punto muerto.

Tras el encuentro, Hinzpeter reiteró la prohibición de manifestarse y los dirigentes reiteraron la convocatoria a las marchas.

«Ningún grupo puede estar por sobre la ley. Todos tienen que respetarla», dijo tras la reunión Hinzpeter, que añadió que los convocantes a las protestas «se han puesto en una posición en la que es imposible para el gobierno autorizarlas», indicó la agencia EFE.

Las marchas se desarrollan en medio de la desilusión de los estudiantes ante una última propuesta del gobierno para acabar con las protestas, pero que no ha respondido a la exigencia estudiantil de realizar una serie de reformas constitucionales que fortalezcan a la educación pública.

La propuesta, de 21 puntos, apunta a una reforma que garantice constitucionalmente una educación pública gratuita y de calidad y el término paulatino de la administración municipal de la enseñanza, que figuran entre las demandas estudiantiles.

No obstante, al menos una decena de federaciones ya adelantaron su rechazo a la propuesta y la continuidad de las movilizaciones, tras calificarla de «ambigua» y de no apuntar a «los problemas de fondo» de la educación chilena, agregó EFE.