Los líderes de los 16 países que comparten el euro se conjuraron, en una reunión de urgencia celebrada en Bruselas, para activar todos los instrumentos y fondos necesarios a fin de devolver la calma cuanto antes a los mercados financieros y de deuda.

«Está claro que no estamos ante un ataque contra un país u otro; es un ataque contra la unión monetaria europea», afirmaba un alto funcionario a modo de resumen sobre el sentimiento compartido de la reunión.

La situación es de tal gravedad que los líderes han dado mandato a la presidencia de turno española de la Unión Europea para que convoque mañana, domingo, a una reunión extraordinaria de los ministros de Finanzas en la que se aprueben los detalles del mecanismo de estabilización. La idea es que esté listo para ser usado el lunes, en cuanto abran los mercados. Según las reglas europeas, las decisiones de política económica y monetaria con implicaciones para el conjunto de los socios no las puede tomar a solas el Eurogrupo, sino el Consejo Ecofin, donde participan los 27 miembros de la UE.

La declaración acordada ayer reafirma el compromiso de los 16 socios con «la estabilidad, la unidad y la integridad» de la zona euro.

«Todos somos conscientes de que hacemos frente a una situación muy seria en la zona euro, y de que vamos a hacerle frente juntos», declaró el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, en una breve comparecencia ante los medios tras la cumbre.

En la misma rueda de prensa, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, aseguró que los europeos harán «todo» para garantizar la estabilidad financiera de la zona. «Estamos todos unidos en torno a nuestra moneda», recalcó.

La declaración de los Dieciséis se da después de una semana negra en las bolsas europeas y en medio de señales cada vez más claras de que la crisis de la deuda de Grecia se contagia a otras economías del sur de Europa. El acuerdo de los líderes del Eurogrupo contiene asimismo lo que Barroso definió como un nuevo «pacto de consolidación fiscal».

La reducción de los déficit excesivos «es una prioridad para todos nosotros», afirma el texto. «Cada uno de nosotros está listo, según la situación de cada país, para tomar las necesarias medidas a fin de acelerar la consolidación y asegurar la sostenibilidad de las finanzas públicas», añade.

En el documento, los jefes de Estado o de Gobierno solicitan además al Ejecutivo de Bruselas y a los ministros que apliquen «estrictamente» las reglas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que fija el límite del 3 por ciento del PIB para el déficit público.

Barroso no quiso dar ningún detalle ni sobre cómo funcionará el mecanismo de estabilización ni sobre el montante de fondos que podría movilizar. Entre las medidas que se barajan figura la prohibición de las ventas en descubierto, que los especuladores utilizan para sacar provecho de la bajada provocada en el precio de un activo y  forzar a los bancos a no deshacerse de la deuda soberana.

Posiciones de los países

España
El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció que tiene la intención de acelerar el plan de reducción del déficit.

Grecia
El primer ministro griego, Yorgos Papandreu, recalcó que la reunión evidenció que los problemas de la zona euro no son sólo los relacionados con Grecia.