EFE – Londres
El grupo de consejeros más cercanos al príncipe Guillermo y su futura esposa, Kate Middleton, es una pequeña fuerza de élite con pasado militar cuya misión es asegurar que la boda sea un éxito y preparar a la pareja para su futuro papel de rey y de reina.

«La mayoría de los consejeros de la familia real ha provenido siempre del Ejército» y el entorno de la pareja no escapa a la regla, señala Robert Jobson, estudioso de la realeza británica.

Al frente de este pequeño grupo de cuatro personas se sitúa Jamie Lowther-Pinkerton, el secretario privado del príncipe.
 «Es el consejero clave. Desempeña un papel primordial en la boda» prevista el 29 de abril en Londres, explica el palacio de Saint James, encargado de los asuntos del príncipe.

Jamie Lowther-Pinkerton se concentra en los aspectos públicos del enlace, principalmente la ceremonia, el recorrido nupcial y la recepción del mediodía.

Será la primera boda real para este hombre tranquilo, rodado en misiones sensibles pero de otra índole: combatió con las fuerzas especiales en Irak en 1991 y formó parte de un equipo enviado a finales de los años 80 para ayudar a Colombia en la lucha antidroga.

Luego creó una empresa para formar a personas antes de un viaje a medios hostiles, y en ese papel aconsejó al actor Ewan McGregor antes de su vuelta al mundo en moto en 2004.

«Su experiencia militar será muy importante en la organización del gran acontecimiento», estimó Charles Kidd, experto en protocolo real.

Buscan cambiar la ley
EFE, AFP – Londres
El Gobierno británico indicó ayer que se plantea cambiar la ley para permitir que una hija primogénita, que podría nacer por ejemplo del matrimonio del príncipe Guillermo y Kate Middleton, herede el trono.

Actualmente, la ley sobre la primogénitura estipula que los herederos varones acceden al trono británico antes que cualquier hermana mayor.  La modificación permitiría al primer hijo heredar la corona, sea cual fuere su sexo.

Se iniciaron conversaciones con los otros 15 países de la Commonwealth, de los que la reina Isabel II es también la jefa de Estado. El viceprimer ministro Nick Clegg, encargado de las reformas constitucionales, habría obtenido la aprobación de la reina al respecto.

«El Gobierno reconoce que las reglas podrían ser discriminatorias», declaró a France Press un portavoz gubernamental.