La situación en Japón empeoró considerablemente en la madrugada del martes hora japonesa (en la tarde, en Bolivia), debido a que las operaciones de emergencia para bombear agua de mar en el reactor N°2 de la central Fukushima (a 270 km de Tokio) están temporalmente paralizadas, aumentando el riesgo de una liberación no controlada de materiales radiactivos, informó Emol citando a autoridades niponas.

Con el mal funcionamiento simultáneo de los sistemas de refrigeración de tres reactores de la central nuclear Fukushima Daiichi, la crisis se agudizó luego de que una serie de problemas frustraran los esfuerzos para mantener el núcleo del reactor cubierto de agua.

Un operador de la planta dijo que los repetidos esfuerzos para inyectar agua de mar en el reactor habían fracasado, causando que los niveles del agua dentro del recipiente de contención del reactor cayeran prácticamente a cero.

Los sistemas de enfriamiento de tres de los seis reactores de la central de Fukushima 1 están averiados y dos explosiones se produjeron en los reactores 1 y 3, debido a reacciones químicas y no nucleares, según la  agencia nuclear de la ONU, citadas por EFE.

En todo caso, el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) calificó de «muy poco probable» una catástrofe comparable a la de Chernóbil en la central japonesa de Fukushima, y aseguró que no tiene indicios de que se esté produciendo en esta una fusión en los núcleos de los tres reactores averiados.

«Es muy poco probable que se convierta en algo como Chernóbil», declaró a la prensa el japonés Yukiya Amano, director general de la OIEA al referirse a la central nuclear de Fukushima, dañada por el devastador terremoto del pasado 11 de marzo en Japón.

En Fukushima «las radiaciones emitidas son limitadas, pero los operarios tienen problemas para refrigerar los reactores. Lo más importante es estabilizar los reactores», insistió Amano.

Los blindajes de contención han impedido hasta el momento, según las autoridades japonesas, que emanaran grandes cantidades de sustancias radiactivas al medio ambiente.

Ayer, las barras de combustible del reactor 2 de la central de Fukushima quedaron «totalmente expuestas» luego de que volvió a descender el nivel de agua de enfriamiento, informó la agencia japonesa de noticias Kyodo citada por agencias internacionales. 

La situación hace temer que se produzca una fusión parcial del núcleo del reactor, lo que desencadenaría un accidente grave; sin embargo, el edificio de contención que protege la zona peligrosa bloquearía la liberación de material radiactivo a la atmósfera, informó El Mundo.

La empresa Tokyo Electric Power (TEPCO) informó de que las barras de uranio de la central japonesa podrían haber registrado una fusión parcial a causa del sobrecalentamiento en ese reactor, el número 2, por un fallo del sistema de refrigeración.

En todo caso, un avance noticioso de la cadena de televisión estadounidense CNN indica que el Gobierno japonés afirmó que no hay fuga masiva de radiación en Fukushima, duramente golpeada por el devastador sismo de 9 grados en la escala de Richter y posterior tsunami.

Una fusión del núcleo derivaría en que la reacción nuclear quede sin control y se liberarían materiales radioactivos dentro del edificio de contención, una estructura de hormigón y acero construida para mantener aislado y protegido el reactor

Ante la situación, el Gobierno japonés solicitó formalmente a Estados Unidos ayuda para enfriar los reactores nucleares averiados.

El presidente de la Comisión Reguladora de la Energía Nuclear (NRC) estadounidense, Gregory Jaczko, indicó que el organismo ha respondido a la petición y podría aportar asistencia técnica.