Estados Unidos presentó ayer cinco acusaciones contra Faisal Shahzad, estadounidense de origen paquistaní sospechoso de haber colocado un coche-bomba en Nueva York, entre las que se incluye el intento de uso de armamento de destrucción masiva.    

Shahzad, de 30 años, fue detenido en el aeropuerto JFK. Compareció ante el juez federal Kevin Nathaniel Fox, de Nueva York, en donde la fiscalía le leyó los cargos, después de haber confesado que recibió entrenamiento con explosivos en un campamento de la región paquistaní de Waziristan, feudo de los talibanes.

La acusación fue presentada por el agente especial del FBI Andrew Patchman, en un escrito llevado ante el juez Fox y en el que se le imputan los cargos de intento de usar armas de destrucción masiva con intención de detonarlas y de matar, así como de llevar explosivos y material incendiario.

Con anterioridad, el fiscal general (secretario de Justicia) de EEUU, Eric Holder, señaló durante una conferencia de prensa que el sospechoso había comenzado a cooperar con las autoridades y ya «ha proporcionado valiosa información a los investigadores».
«Está claro que era un complot terrorista destinado a asesinar estadounidenses», agregó Holder.

Desde la Casa Blanca también se habló de este suceso como un «acto de terrorismo», y el mismo presidente de EEUU, Barack Obama, dijo este martes que este país «no se dejará amedrentar ni atemorizar», al tiempo que aseguró que «se hará justicia».

Otros dos sospechosos detenidos en Pakistán

Las autoridades paquistaníes detuvieron ayer a dos personas en la ciudad de Karachi. Son sospechosas de estar relacionados con el joven paquistaní-estadounidense arrestado en EEUU por el atentado con bomba fallido en Nueva  York, dijeron fuentes de seguridad.

Las fuerzas del orden «detuvieron a dos personas en Karachi sobre la base de las llamadas telefónicas realizadas por el acusado en Nueva York», dijo a la AFP un alto jefe de la seguridad bajo condición de anonimato.

Actualmente, explicó, se está interrogando a los detenidos y se está llevando a cabo investigaciones para determinar si esas personas fueron quienes recibieron las  llamadas desde el teléfono celular del acusado Faisal Shahzad o si otros usaron el número.