A un año de ganar su segundo período de mandato, la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, perdió unos 20 puntos en la aprobación de su gestión principalmente por la progresiva desaceleración de la economía y el repunte de la inseguridad.
El 23 de octubre de 2011, Fernández festejó su triunfo en las elecciones presidenciales con el 54,11% de los votos. La cifra, tomado por el oficialismo como talismán, recuerda Clarín, no fue un buen augurio, ya que el sostén popular de la Mandataria se reduce.
Encuestas de Management & Fit (MG) en Buenos Aires (bastión oficialista en 2011) y Poliarquía la aprobación de la gestión del Gobierno llegó al 33,2 y al 37%, respectivamente. Sergio Berensztein, director de Poliarquía, recordó que estos niveles sólo se habían registrado durante la crisis que ocasionó el paro agropecuario patronal en 2008 (el peor momento de la primera gestión de Fernández).
Clarín reportó que Argentina registró un crecimiento cero en el segundo trimestre de este año, su performance más débil desde el tercer trimestre de 2009, cuando el mundo fue presa de la crisis financiera.
Un anterior sondeo a 2.259 argentinos de M&F mostró que el 60,6% desaprueba la gestión de Fernández. Asimismo, del total de consultados, el 72,2% dijo estar en acuerdo con el “cacerolazo” de septiembre, que se realizó para protestar por la economía y la inseguridad.