Francia pide reunión de la ONU por conflicto en Malí
Situación. Ayer intensificó sus ataques para detener a ‘terroristas’
El fin de semana Francia apoyó al Ejército de Malí, excolonia francesa, para recuperar el norte del país africano de las fuerzas rebeldes. Ayer inició ataques aéreos a bases islamistas y pidió para hoy una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU.
“El Consejo de Seguridad se reunirá el lunes (hoy) después del mediodía (local) a pedido de Francia para discutir la situación en Malí”, confirmó Brieuc Pont, portavoz de la misión francesa ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), según informó la agencia AFP.
La petición se produce al tiempo que la Fuerza Aérea de Francia bombardeó por primera vez importantes posiciones islamistas en Gao y Kidal, en el norte de Malí. “Frenar a los terroristas, ya lo logramos. Lo que comenzamos a hacer hoy (domingo) es ocuparnos de sus bases de apoyo” en el norte, declaró el canciller francés, Laurent Fabius.
El sábado el Ejército maliense junto con militares franceses arrebataron el control de la ciudad de Konna. Francia continuó su ofensiva aérea en Malí, en un intento por detener el avance de los grupos salafistas que controlan el norte del país, informó ayer el ministro de Defensa, Jean-Yves le Drian. “Hay incursiones de manera constante. Las hay en este momento, las ha habido esta noche y las habrá mañana”, indicó.
Según la agencia EFE, el ministro francés de Asuntos Exteriores, Laurent Fabius, aseguró ayer que aunque Francia está “en la primera línea de fuego”, está recibiendo apoyo logístico de varios países europeos y de Estados Unidos. “Tenemos apoyo práctico de Gran Bretaña, de nuestros amigos daneses, de otros grandes países que nos facilitan transporte, de Estados Unidos en lo que respecta al transporte y a las telecomunicaciones”, dijo en la cadena LCI.
Ayer se esperaba una reunión de autoridades de países vecinos con el objetivo de preparar la llegada del primer contingente de tropas avaladas por el Consejo de Seguridad de la ONU. Nigeria se comprometió a prestar en servicio a 600 hombres y Burkina Faso, Niger, Senegal y Togo a 500 cada uno, mientras que Benin dijo que enviaría a 300 soldados.
Claves. “Francia ve desde hace tiempo que su influencia en la región, a tan sólo tres horas de vuelo de Europa, corre peligro, y que el avance de fuerzas insurgentes podría repercutir en la propia Francia debido a que muchos de los líderes rebeldes hablan francés y tienen familiares en territorio galo”, señala un artículo del diario El Mundo, en su edición digital.
Se considera que las filas rebeldes están lideradas por la organización terrorista Al Qaeda en el Magreb Islámico. Según fuentes de los servicios secretos, los islamistas cuentan en el norte de Malí con 6.000 combatientes entrenados, entre ellos yihadistas de Egipto, Sudán y otros países. También luchan hombres tuareg que se denominan Ansar Dine. Junto a ellos figura el Movimiento por la Unidad y la Yihad en África Occidental, que defiende la implantación de la sharia (ley islámica).
Entre un golpe de Estado y rebeldes
El 22 de marzo del año pasado un grupo de militares dio un golpe de Estado en Bamako y se hizo del poder, paralelamente las fuerzas rebeldes, grupos islamistas divididos, fueron ocupando varias regiones del país africano, hasta la incursión de Francia con respaldo del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
“El 22 de marzo un grupo de militares de Malí dio un golpe de Estado en protesta por la falta de medios para combatir a los rebeldes. El líder de la asonada, el capitán Amadou Haya Sanogo, depuso a Amadou Toumani Touré y acabó cediendo el poder al presidente de la Asamblea Nacional, Dioncounda Traoré”, informaba el diario español El País.
Un mes después, los rebeldes tuaregs, con el refuerzo de los grupos islamistas, aprovecharon el vacío de poder y tomaron las ciudades de Kidal, Gao y la turística Tombuctú. En mayo, declararon la independencia de ese territorio y proclamaron la creación del Estado islámico del Azawad. Más de 350 mil personas han huído del territorio en poder de los rebeldes.
Según el diario El Mundo: “Algunos conocedores del continente africano afirman que el conflicto en Malí es una venganza por la muerte del líder libio Muamar Gadafi”, que reclutó a tuaregs para sus propias fuerzas de seguridad.