“Estoy extremadamente preocupado por las informaciones sobre los proyectos del Gobierno israelí de aprobar la construcción de 3.000 nuevas viviendas” en el este de Jerusalén y en Cisjordania, expresó el ministro británico de Relaciones Exteriores, William Hague, en una nota.
“El Reino Unido aconseja enérgicamente al Gobierno de Israel que revoque esta decisión”, añadió. Este país se abstuvo el jueves en la votación ante la Asamblea General de la ONU, que elevó el estatus de Palestina al de Estado observador no miembro, alegando que era necesario que los palestinos expresen su acuerdo incondicional a negociar con Israel una solución de dos Estados.
“Llamo a las autoridades israelíes a abstenerse de toda decisión en este sentido, y a que manifiesten claramente su voluntad de reanudar las negociaciones” de paz con los palestinos, dijo, a su vez, el ministro francés de Relaciones Exteriores, Laurent Fabius.
En la visión del Canciller francés, “si esto se confirma, esta decisión (de expandir los asentamientos) sería grave. Constituiría un obstáculo serio a la solución de dos Estados y, por lo tanto, atenta contra la continuidad territorial de un futuro Estado palestino y socavaría la confianza necesaria para el reinicio del diálogo” con los palestinos.