Francia y fuerzas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) comenzaron a atacar posiciones del presidente saliente de Costa de Marfil, Laurent Gbagbo, en Abiyán para proteger a los civiles de la dura represión y la situación de violencia que se vive en el país desde que el mandatario se negara a dejar el cargo.

Varios helicópteros han lanzado misiles contra el palacio presidencial y residencia de Gbagbo, según ha confirmado la agencia France Presse, además de a varias bases militares de la zona.

París, informa El País. asegura que la operación tiene como objetivo neutralizar a las tropas leales al mandatario y proteger a los civiles, además de destituir del poder al presidente, quien debe ceder el poder al ganador de la segunda vuelta de las elecciones de diciembre, Alassane Ouattara.

Según AFP, los ataques de este lunes en Abiyán por la ONU y soldados franceses, se realizaron a pedido «urgente» del secretario general de la ONU, Ban KI-moon al presidente Nicolas Sarkozy, indicaron funcionarios del organismo internacional.

La ofensiva comenzaba este mediodía (mañana en Bolivia), cuando las tropas aliadas al presidente electo, Ouattara han entrado a la capital de Costa de Marfil fuertemente armados. Para llevar a cabo el ataque cuentan con entre 4.000 y 5.000 soldados y decenas de carros de combate de las Fuerzas Republicanas de Costa de Marfil (FRCI) y de los ex rebeldes de las Fuerzas Nuevas, según El País.

Ambos bandos rivales mantienen desde hace varios días cruentos combates, especialmente en Abiyán, capital económica de Costa de Marfil. Las cifras de víctimas oscilan entre 330 muertos a 1000 muertos o desaparecidos, informa AFP.

 «Sabemos cuándo se inicia, pero podría tomarnos 48 horas para limpiar adecuadamente la ciudad», ha declarado el comandante oficial Issiaka Wattao Ouattara. Los aliados al presidente electo consideran que esta ofensiva es el «asalto final» a la residencia de Gbagbo y al último bastión del presidente, de acuerdo con lo que ha dicho un testigo a la agencia Reuters.

A su vez, el Presidente electo asegura que los autores de la matanza de civiles en el oeste del país, denunciada el domingo por la ONU, no quedarán impunes.

«La posición del Gobierno es clara y limpia: no habrá impunidad. Vamos a realizar una investigación y los responsables serán castigados. Queremos un Estado de derecho», ha declarado esta madrugada Guillaume Soro, primer ministro de Ouatarra, a la cadena francófona TV5.

Además, varias personas, entre ellas dos ciudadanos franceses, han sido secuestradas hoy por un grupo armado en el hotel Novotel de Abiyán, la ciudad más poblada del país, según han informado fuentes del ministerio francés de Asuntos Exteriores a una radio francesa.

No se ha conocido la identidad de las dos personas francesas secuestradas, aunque señalaron que saben perfectamente quiénes son, al tiempo que subrayaron que el Gobierno francés y en particular la embajada en Costa de Marfil están haciendo todo lo posible para encontrarlas.

Mientras, Abiyán, la capital económica de Costa de Marfil, vivió un cuarto día de combates y disparos entre las fuerzas de Ouattara, que ya domina todo el país, y las de Laurent Gbagbo, el Ejército francés se desplegó ayer en el aeropuerto internacional, en una operación coordinada por la misión de la ONU en Costa de Marfil, a fin de tener todo listo por si fuera necesario repatriar a los extranjeros, en su mayoría franceses.

De hecho, informa El País, el presidente Nicolas Sarkozy ordenó ayer el reagrupamiento urgente de la colonia francesa (unas 12.000 personas) en Abiyán para su eventual evacuación. Cerca de 1.700 extranjeros, de ellos 800 franceses, se han refugiado ya en la base militar francesa de Port-Bouët, dejando atrás sus casas y negocios, temiendo ser víctimas de las bandas de saqueadores que deambulan por los barrios ricos de Abiyán.