Alemania celebra este sábado la caída del Muro de Berlín, hace 35 años, en plena crisis política por el estallido de la coalición de gobierno de Olaf Scholz y en un contexto de retroceso de la democracia en el mundo.
El panorama político alemán está dominado por el escenario de unas elecciones anticipadas, desde que Scholz cesó esta semana a su ministro de Finanzas, Christian Lindner, lo que causó la retirada de la mayoría de ministros liberales y la implosión del gobierno tripartito que estos formaban con socialdemócratas y ecologistas.
Pese a este delicado contexto, los festejos del fin de semana intentarán no perder de vista el simbolismo de este acontecimiento histórico sucedido el 9 de noviembre de 1989.
El lema de las celebraciones, «Preservar la libertad», tiene una resonancia especial en un momento en que la democracia está en retroceso en todo el mundo y las guerras siguen haciendo estragos, especialmente en Ucrania, Gaza y Líbano.
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Muro de Berlín
En un video difundido el viernes, el jefe del gobierno, Olaf Scholz, declaró que los valores de 1989 «no pueden darse por sentados». «Una mirada a nuestra historia y al mundo que nos rodea lo demuestra», afirmó.
Para encarnar estos ideales, se instalaron a lo largo de los 4 km del antiguo trazado del Muro réplicas de carteles de las manifestaciones de 1989 y otros miles creados por ciudadanos de hoy sobre el tema de la libertad.
La instalación pasa junto al edificio del Reichstag, la Puerta de Brandeburgo y el famoso Checkpoint Charlie, el principal paso fronterizo este-oeste para extranjeros.
La noche del 9 de noviembre de 1989, tras semanas de manifestaciones de los alemanes del Este, estos lugares emblemáticos fueron escenario de «uno de los momentos más felices de la historia mundial», según la Ministra de Cultura alemana Claudia Roth.
Fue «un día feliz» que también nos recuerda que «la libertad y la democracia nunca han sido evidencias», declaró el alcalde conservador de Berlín, Kai Wegner, en una ceremonia a la que también asistió el Jefe de Estado, Frank-Walter Steinmeier.
Disidentes invitadas
La caída del Muro, símbolo de la Guerra Fría y la división entre el bloque occidental y el soviético, allanó el camino para el colapso del comunismo en Europa del Este y la reunificación de Alemania un año después.
El «Muro de la Vergüenza» se construyó a lo largo de 155 km alrededor de Berlín Occidental en agosto de 1961, para frenar el creciente éxodo de personas de la comunista República Democrática Alemana (RDA).
Al menos 140 personas murieron intentando cruzarlo.
Se espera que el jefe de Estado alemán aborde en un discurso la actual crisis política tras la ruptura de la coalición de Scholz. Que sumió a Alemania en un periodo de incertidumbre, con llamados a celebrar comicios anticipados a comienzos de 2025.
Jutta Krüger, de 75 años y exhabitante de Berlín Occidental, estima que es una «pena» que esta crisis política llegue justo ahora. «Pero aún así deberíamos celebrar la caída del Muro», dijo a AFP la mujer.
Activistas de todo el mundo fueron invitados a participar en las celebraciones, que se prolongarán hasta el domingo. Entre ellos la líder opositora bielorrusa exiliada Svetlana Tijanóvskaya y la disidente iraní Masih Alinejad.
El grupo de protesta punk ruso Pussy Riot dará un concierto frente a la antigua sede de la Stasi. Se trata de la temida policía secreta de la Alemania Oriental.
Diferencias persistentes entre el este y el oeste
«El énfasis en la libertad es especialmente importante en un momento en que nos enfrentamos al auge del populismo, la desinformación. También la división social», subrayó Joe Chialo, responsable de Cultura del gobierno regional de Berlín.
Las elecciones celebradas en septiembre en tres regiones de la antigua RDA pusieron de manifiesto las persistentes divisiones políticas entre el este y el oeste de Alemania.
El partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) obtuvo unos resultados históricamente altos, mientras que un nuevo grupo de extrema izquierda salió también bien parado.
Ambos partidos se oponen a brindar ayuda militar a Ucrania, contra la invasión rusa.
Este fin de semana también se conmemora el aniversario de la Noche de los Cristales Rotos. Un pogromo perpetrado por los nazis los días 9 y 10 de noviembre de 1938.
Al menos 90 judíos fueron asesinados, decenas de miles deportados a campos de concentración, 1.400 sinagogas fueron incendiadas en Alemania y Austria. Así como comercios propiedad de judíos fueron destruidos.
«Es muy importante para nuestra sociedad (…) sacar las lecciones correctas de estos acontecimientos». Eso subrayó el gobierno alemán, en un momento en que el país vive un recrudecimiento de los actos antisemitas. Desde los ataques de Hamás en Israel del 7 de octubre de 2023, que desencadenó la guerra en la Franja de Gaza.