El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) aseguró ayer que en las últimas horas se produjo una evolución positiva en la central de Fukushima, pero la situación sigue siendo «muy seria» en el que es el peor accidente atómico desde Chernobyl hace 25 años.

«Hubo desarrollos positivos en las últimas 24 horas, pero la situación sigue siendo muy seria», aseguró el asesor científico del OIEA Graham Andrew.

Entre los aspectos positivos citó «el descenso significativo» de la temperatura en los depósitos de combustible nuclear usado de la central después de las operaciones de rociado de agua de las últimas horas.

El experto explicó que la radiación detectada en las últimas horas no supone cambios significativos sobre la registrada ayer, y reiteró que no suponen un riesgo para la salud. «Los niveles de radiación no han cambiado mucho desde ayer y están por debajo de los niveles dañinos para la salud humana», recalcó.

Aún así, reconoció que «en algunas áreas, la leche y algunos productos frescos, como espinacas y cebollas, presentan un nivel significativamente por encima de lo establecido». La radiación encontrada supera los límites nipones de seguridad alimentaria en la leche de una explotación agrícola a 30 kilómetros de la planta.