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Gadafi anuncia una guerrilla para combatir a los rebeldes

«Prepárense a una guerra de bandas y de guerrilla, a la guerra urbana, y a una resistencia popular en cada ciudad (…) para vencer al enemigo en todos los sitios», dijo Gadafi, cuya voz parecía tranquila y sosegada con respecto a discursos incendiaros precedentes.

   «El objetivo es matar al enemigo allá donde se encuentre, sea libio o extranjero», agregó Gadafi, quien llamó a los libios «a prepararse a la resistencia, a una larga guerra que nos han impuesto» y acusó a los países que participan en la operación militar de «querer colonizar Libia y meter la mano en sus recursos petroleros e hidráulicos».

   «No permitiremos jamás que nuestros pozos y nuestros puertos estén bajo su control, y nuestra resistencia se va a amplificar», insistió. Desde París, las grandes potencias no dudaron en su respuesta.

«Los ataques de la OTAN continuarán mientras Gadafi y sus seguidores sean una amenaza para Libia», sostuvieron el presidente francés, Nicolas Sarkozy; el primer ministro del Reino Unido, David Cameron, y el secretario general de la Alianza Atlántica, Anders Fogh Rasmussen.

«La OTAN y sus aliados continuarán sus operaciones (…) el tiempo que sea necesario para proteger la vida de los civiles», afirmó en una misma rueda de prensa Cameron, tras la reunión de «Los amigos de Libia» celebrada ayer en París. Casi con las mismas palabras se pronunció el jefe de la OTAN. Claro que el apoyo financiero y político tiene su contrapartida.

La secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, dijo a las «nuevas autoridades libias que tienen que seguir luchando contra el extremismo violento y garantizar que los depósitos de armas de (Muamar) Gadafi no sean una amenaza para los vecinos de Libia y del resto del mundo».

Durante la conferencia, el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, sostuvo que el «desafío inmediato es de orden humanitario» y propuso el «rápido envío» de una misión de la ONU a Libia.

Argelia, que la semana pasada dio asilo a varios familiares de Gadafi, anunció que reconocerá al CNT cuando se forme un gobierno «representativo de todas las regiones del país», en cambio Sudáfrica, Arabia Saudita y Nigeria no asistieron al cónclave.

Brasil y Colombia, miembros no permanentes del Consejo de Seguridad, estaban representados en la conferencia por dos embajadores.

«Gadafi debe ser arrestado y los libios decidirán libremente si debe ser juzgado y dónde», sostuvo Sarkozy, quien precisó que el Grupo de Contacto encargado de la coordinación política en Libia, formado por 28 países y siete organizaciones internacionales, núcleo de la conferencia reunida en París se llamará «Grupo de Amigos de Libia».

Señal de China y Rusia

Casi seis meses después de la conferencia que marcó el inicio de operaciones de la OTAN en Libia, Rusia y China —que se abstuvieron en la votación de la Resolución 1973 del Consejo de Seguridad— dieron un paso en el reconocimiento del CNT. Rusia lo reconoció como «autoridad en el poder» y China admitió su «papel considerable». AFP

Los Amigos de Libia desbloquean fondos

Las grandes potencias y las principales organizaciones internacionales como la ONU anunciaron ayer en París que descongelarán «inmediatamente» 15.000 millones de dólares para la reconstrucción de Libia, pero reclamaron «paz, estabilidad y reconciliación».

«Hemos decidido hacer un pedido unánime para desbloquear los haberes libios pues el dinero malversado por (Muamar) Gadafi y sus allegados debe volver a los libios», afirmó el presidente francés Nicolas Sarkozy al término de la Conferencia de Amigos de Libia, antes de precisar que «15.000 millones de dólares serán desbloqueados inmediatamente».

Los activos del régimen de Muamar Gadafi en bancos extranjeros son estimados en 50.000 millones de dólares. Fueron congelados en febrero y marzo por resoluciones de la ONU. Hasta ahora habían sido descongelados 1.500 millones de dólares.

«Nos hemos comprometido a desbloquear el dinero de la Libia de ayer», afirmó Sarkozy en la rueda de prensa final tras el cónclave internacional convocado por Francia y Gran Bretaña para abordar la reconstrucción libia y su transición a la democracia que reunió en París a jefes de Estado, de gobierno, ministros y altos responsables de 60 países y organizaciones internacionales.

El Consejo Nacional de Transición (CNT, órgano político de los rebeldes libios), representado en París por su presidente Mustafá Abdeljalil y su número dos, Mahmud Jibril, reclama a la comunidad internacional una ayuda de urgencia de 5.000 millones de dólares y el descongelamiento de los haberes del régimen que durante casi 42 años dirigió Gadafi.