Los agentes de seguridad privada de América Latina son los más armados del mundo, con una tasa de posesión de armas por empleado 10 veces superior a la de Europa Occidental, según un informe presentado ayer en Ginebra.

El «Informe de Armas Ligeras 2011», publicado por el Instituto de Estudios Internacionales y de Desarrollo, refleja la gran expansión de la seguridad privada en las últimas dos décadas, hasta el punto de que el sector emplea en la actualidad al menos a 20 millones de personas, casi el doble que agentes de policía en activo.

El director de la investigación, Robert Muggah, afirmó en conferencia de prensa que «Latinoamérica, y en particular Centroamérica, tienen los niveles de violencia más altos del mundo, con unas tasas que multiplican por seis la tasa media mundial».

Muggah agregó que en la región «existe la tradición de potenciar la seguridad privada para sustituir a la policía en la protección de bancos, barrios e individuos».

Esto explica el hecho de que la industria de la seguridad privada sea próspera en América Latina, pero no porque sus empleados disponen de auténticos arsenales en comparación con sus colegas del resto del mundo, con excepción de los lugares en guerra.

Nicolas Florquin, uno de los investigadores del informe, admitió que «no hay una clara respuesta a esta cuestión tan interesante» y sugirió que «quizá las altas tasas de violencia en la región sean la razón para que haya una alta demanda de compañías de seguridad privada y demanda de compañías privadas bien armadas».

Los datos recabados en este informe indican que Centroamérica es terreno especialmente abonado para las empresas privadas de seguridad.