Los cadáveres del fiscal que inició la investigación de la masacre de 72 migrantes en México y del jefe policial del pueblo donde ocurrió la matanza fueron hallados el martes, dijeron las autoridades del estado.

Roberto Jaime Suárez, el fiscal investigador, y Juan Carlos Suárez, secretario de seguridad del poblado de San Fernando,Tamaulipas, estaban desaparecidos desde el 24 de agosto, tras acudir a la hacienda donde ese mismo día se había conocido sobre la matanza para realizar un primer informe.

Los dos cadáveres fueron localizados en el municipio de Méndez, a unos 50 km de San Fernando y también en Tamaulipas, y junto a ellos «se encontraron identificaciones» que permitieron establecer plenamente sus nombres, señaló la fiscalía estatal en un comunicado.

Ambos desaparecieron cuando regresaban a San Fernando desde la hacienda donde fue la matanza. Las autoridades demoraron en confirmar su desaparición, denunciada al día siguiente, e incluso la prensa especuló que podrían haber huido tras amenazas del cártel de Los Zetas, señalado como autor de la masacre.

 La muerte de los dos funcionarios resalta el riesgo que corren los responsables de las pesquisas en una zona donde los narcotraficantes se mueven armados. En la masacre murieron 72 migrantes de El Salvador, Honduras, Guatemala, Ecuador y Brasil que fueron secuestrados cuando intentaban llegar a EEUU. La hacienda donde ocurrió la matanza está a unos 180 km de la frontera.

La tarde de ayer El País informó de que la Policía ha capturado a siete sicarios relacionados con la masacre. «Han confesado pertenecer al cártel de Los Zetas y ser los autores de la matanza».