La Embajada de Bolivia en Japón informó de manera oficial que hay al menos «cinco bolivianos supuestamente desaparecidos» tras el terremoto, el tsunami y la crisis nuclear en el norte de ese país.
La información fue ofrecida a La Razón por la responsable de Comunicación de la Cancillería, Consuelo Ponce, quien dijo que inicialmente la lista era de 12 ciudadanos, de los que siete fueron reportados ante las autoridades en Tokio.
Dos de los desaparecidos son Ingrid Ikeda Parada (45) y su hija Mía Susuki (10), según el reporte. La situación de estas personas fue reclamada en La Paz por Paola Acacigüe, prima de la madre.
Aunque no se encuentra en la lista de la legación boliviana, otro desaparecido es Yosi Susuki, esposo de Ikeda, de nacionalidad japonesa. Los tres perdieron contacto con su familia en Bolivia desde el 11 de marzo, cuando ocurrió el desastre.
Según Ponce, esos cinco residentes bolivianos quizás se encuentren camino a Bolivia o, en su caso, se trasladaron de una a otra prefectura (provincia) en el territorio de Japón.
Acacigüe lamentó que las autoridades no hayan brindado información a la familia. «Queremos solo información, no ayuda económica. Ingrid y su familia vivían en el mismo lugar del desastre, la prefectura de Miyagi».
En contacto desde Tokio con este diario, Carlos Cortez señaló que la situación en Japón es complicada y que mucha gente huye hacia el sur del país para evadir la radiación originada en la planta nuclear de Fukushima.
La Dirección de Inmigraciones del Japón ya tiene en sus registros de extranjeros desaparecidos la lista de cinco connacionales enviada en las últimas horas por el embajador de Bolivia, Luis Higa.