La organización Human Rights Watch (HRW) reveló la ubicación de 27 centros de tortura en Siria, donde se implementan más de 20 métodos de tortura, desde palizas hasta ejecuciones simuladas.

El documento publicado ayer informa que hay diez centros de detención en las ciudades de Damasco, cuatro en Idlib, Latakia y Homs, respectivamente, tres en Daraa y dos en Aleppo, todos dirigidos por altos mandos militares.

Según HRW, aunque la mayoría de los torturados fueron hombres de “entre 18 y 35 años, también se entrevistó a víctimas que eran niños, mujeres y ancianos”.

Un hombre de 31 años detenido en Idlib en junio describió que los guardias le obligaron a desvestirse, le retorcieron los dedos con pinzas y le pusieron grapas en los dedos, en el pecho y las orejas. “Sólo me las quitaban si hablaba. Las de las orejas fueron las más dolorosas”, contó la víctima.

Mientras continúan las denuncias de violación de derechos humanos, los principales grupos de la oposición siria se reunieron en el Cairo (Egipto) para acercar sus posiciones, pese a algunas discrepancias, y llegar así a una postura unificada sobre el futuro de Siria después de la caída del régimen del presidente Bachar al Assad.

En el encuentro celebrado los últimos dos días, los representantes de la oposición de dentro y fuera de Siria debatieron las propuestas para un “pacto nacional” y para la “gestión de la época de transición” que podrían llegar a definir el futuro de la nueva Siria.

El primer documento incluye los principios en que se basará la Constitución siria después de la caída del régimen de Al Assad, mientras que el segundo explica los pasos que dará la oposición para llenar el vacío que dejará la caída del actual régimen.