Si no es una mera treta diplomática para sortear una ocasión comprometida, éste es un paso que puede resultar crucial en el proceso de reconocimiento de China como potencia mundial y de su ascenso a la categoría de líder de referencia universal.

«Continuaremos nuestro esfuerzo por mejorar la vida de los chinos y mejorar la democracia y el imperio de la ley… Hemos hecho enormes progresos en derechos humanos, como ha reconocido todo el mundo, pero mucho más se tiene que hacer», declaró Hu, quien manifestó que siempre que se ha entrevistado con el presidente Barack Obama, ocho en total, han discutido sobre los derechos humanos y que no tiene inconveniente en seguir haciéndole, siempre que sea «desde la base de la no interferencia».
Sin mencionar a EEUU, añadió que, en materia de derechos humanos, había que admitir que China tiene que «aprender de otros países».

Pese a la situación de los derechos humanos en China, el asunto más delicado permanece en una relación bilateral que, por lo demás, está entrando en la era de lo que Obama definió como «amistosa competencia».

Obama dijo, ante la primera pregunta de un periodista norteamericano, que aunque es necesario entender que «China es un sistema diferente, una cultura diferente, con una historia diferente también, Estados Unidos entiende los derechos humanos con una necesidad que trasciende las culturas» y como «un beneficio para todos los países del mundo, incluido China».

Barack Obama, que se quedó sin conferencia de prensa cuando visitó Pekín el 2009, estaba ahora muy presionado para abordar de forma directa el tema de los derechos humanos. Por algo es premio Nobel de la Paz y se le supone una preocupación por el trato que el laureado el 2010, el disidente chino Liu Xiaobo, encarcelado en su país, está recibiendo.

Como ejemplo del clima que rodea la visita de Hu, los principales líderes del Congreso, tanto republicanos como demócratas, declinaron la invitación a la cena de gala que ofreció la Casa Blanca en honor del ilustre invitado. Cuando se le preguntó por esa ausencia, Hu, con sorprendente sentido del humor, contestó que Obama estaba más capacitado para interpretar los gestos del Congreso.

Es difícil que este incidente, y toda la polémica sobre los derechos humanos, arruine una visita que puede ser histórica. Además de abordar de una vez ese comprometido asunto, Hu insistió en que China y EEUU están «fundamentando las bases de una colaboración y un desarrollo de largo plazo», desde «el respeto y el beneficio mutuo».

Contra el cambio climático

El presidente de EEUU, Barack Obama, aseguró que su homólogo chino, Hu Jintao, estaba de acuerdo con él sobre la necesidad de luchar contra el cambio climático en el marco de negociaciones internacionales. Obama evocó el acuerdo cerrado sobre cambio climático en la cumbre de Cancún, México.