La Iglesia chilena intentará mediar en una mesa de diálogo entre el Gobierno y representantes de 35 mapuches en huelga de hambre, quienes demandan no ser procesados por la ley antiterrorista, con el fin de buscar una solución a sus pedidos y poner fin a esa medida.

La decisión se adoptó ayer, luego de una reunión que sostuvieron el ministro de la Presidencia, Cristián Larroulet, y el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, en La Moneda, con el obispo de Concepción, Ricardo Ezzati, sobre quien recaerá la tarea de mediador. Los mapuches no se han pronunciado ayer al respecto.

En tanto, un juez concedió la libertad con impedimento de salida del país a dos de los presos en huelga de hambre, luego de que cumplieran con el pago de la fianza de 2.000 dólares cada uno. No obstante, la Fiscalía apeló y será la Corte de Apelaciones la que reafirme o revoque la decisión.

«Hemos planteado la revolución de ideología mapuche, desde nuestra propia cosmovisión, jamás la violencia política ni la revolución armada. Que les quede claro», señaló Catrilaf, uno de los dos presos liberados, a la prensa, a su salida de la cárcel de Temuco, en el sur de Chile. Ambos se mantendrán en huelga de hambre.

El obispo Ezatti dijo que espera que su «tarea de facilitar este diálogo pueda tener el éxito que todos esperamos. Las comunidades mapuches y el Gobierno».