Imputan a acusados de violar y torturar a joven india en autobús
Testimonio. El novio de la víctima pone en evidencia la indiferencia de la sociedad.

Un tribunal de Nueva Delhi imputó ayer a cinco de los seis acusados de violar y torturar en diciembre en un autobús a una joven estudiante india de 23 años, que pocos días después murió a consecuencia de las heridas sufridas, informó EFE.
La juez Namrita Aggarwal, de la corte metropolitana de Saket, en el sur de la capital india, tomó conocimiento del pliego de cargos presentado el jueves por la Policía y ordenó que los acusados, que están en prisión, comparezcan el lunes ante el tribunal.
La magistrada imputó a todos los sindicados por una larga serie de delitos entre las que figuran violación y asesinato, este último que en la India puede ser castigado con la pena capital. Según las autoridades locales, el juicio se celebrará por la “vía rápida”, con audiencias diarias y en él está previsto que comparezcan 30 testigos, incluidos varios de los médicos que atendieron a la víctima.
La estudiante en fisioterapia de 23 años murió el 29 de diciembre en un hospital de Singapur, después de haber luchado durante 13 días para mantenerse con vida, tras las heridas que le habían infligido sus agresores, recordó la AFP.
La violencia de este ataque despertó la cólera hasta ahora contenida en la India contra las agresiones y violaciones cometidas con total impunidad en el país.
El sexto presunto implicado en la agresión sexual tiene 17 años, por lo que se encuentra recluido en un centro de entrenamiento para menores.
Indiferencia. El novio de la víctima, un ingeniero informático de 28 años, salió por primera vez de su silencio y, en una entrevista con la AFP, relató la “crueldad” de los agresores, su dolor por no haber podido salvarla y la indiferencia de los transeúntes.
Durante unos 30 minutos los peatones simplemente ignoraron a la pareja cubierta de sangre, que había sido arrojada del autobús después de un calvario de casi una hora, contó el joven. “Un transeúnte nos encontró (después del ataque), pero ni siquiera le dio su chaqueta a mi novia”, cuya ropa había sido arrancada, dijo la agencia francesa.
“¿Qué puedo decir? No se debería ver nunca más la crueldad que yo presencié. Traté de luchar contra los hombres, después les supliqué una y otra vez que la dejasen”, declaró por teléfono desde Gorajpur, una ciudad de Utar Pradesh (norte), donde viven sus padres. El novio de la víctima relató cómo perdió el control de la situación una vez que subió, junto a su pareja, al autobús.
Luego de salir de un cine y de tratar infructuosamente de tomar un rickshaw (medio de transporte tradicional en India), los dos jóvenes abordaron el vehículo en el que se encontraron con seis hombres en estado de ebriedad.
El chofer empezó a hacer comentarios obscenos, mientras los otros hombres se burlaban de la pareja.
El novio de la víctima contó a la AFP que pidió al conductor que detuviera el autobús, pero sus cómplices bloquearon las puertas.
“Me golpearon con un palo y arrastraron a mi novia hasta un asiento cerca de la cabina del conductor”. Después, “el chofer y los otros hombres la violaron y la gol- pearon de la peor manera posible en las partes íntimas de su cuerpo”.
Después del abuso, la joven fue torturada con una barra de hierro.
“No puedo decirles lo que siento al pensar en eso. Tiemblo de dolor”.
El joven denunció también la conducta de la Policía, que según él no evaluó correctamente las heridas ni el trauma psicológico que sufrieron. En cuanto al hospital público donde se atendió a la estudiante, criticó la infraestructura y el tratamiento médico. El padre del novio de la víctima dijo a la AFP que su hijo seguía en estado de shock. La Policía india inculpó formalmente el jueves a cinco de los seis sospechosos, que tienen entre 19 y 35 años de edad, ante el tribunal de Saket, en el sur de Delhi. Los cinco hombres fueron acusados de secuestro, violación y asesinato.
Retrato de un crimen impune
En la India, país con unos 1.205 millones de habitantes, se reporta una violación cada 20 minutos. Las víctimas por lo general son de castas inferiores.
Tiene leyes contra la violación, asientos reservados para mujeres en los buses, etc., pero su aplicación es ineficaz.
Las mujeres aún son obligadas a contraer nupcias con el agresor, dado que se cree que la víctima de abuso es impura y no podrá casarse.
De los más de 600 casos denunciados en Nueva Delhi en 2012, solo uno concluyó en condena. Hay quienes optan por
el suicidio.