Incendio en discoteca brasileña deja 233 muertos y 116 heridos
Un incendio en una discoteca del sur de Brasil, repleta de estudiantes universitarios, dejó ayer al menos 233 muertos y 116 heridos, en su mayoría asfixiados en un tumulto por el pánico y una nube de humo negro.
Un incendio en una discoteca del sur de Brasil, repleta de estudiantes universitarios, dejó ayer al menos 233 muertos y 116 heridos, en su mayoría asfixiados en un tumulto por el pánico y una nube de humo negro.
En medio del caos, decenas de personas quedaron tiradas en la calle fuera de la discoteca Kiss, de la ciudad de Santa María, en el estado de Rio Grande do Sul), para desesperación de sobrevivientes y bomberos que intentaban reanimarlas y abrir agujeros en las paredes del local con pesados martillos, para rescatar más gente.
Según se desprende de las primeras investigaciones, la puerta principal del local estaba cerrada en el momento en que las llamas y la intensa humareda provocaron el caos dentro del ambiente. Algunos testigos que consiguieron salvarse del fuego y los gases tóxicos narraron que los guardias de seguridad impidieron la salida de los jóvenes, al pensar que pretendían abandonar el establecimiento sin pagar.
“Gritamos ‘fuego, fuego’, pero el (encargado de) seguridad abrió los brazos para mantener la puerta cerrada. Unos cinco o seis derribaron al de seguridad y tiraron la puerta abajo. Era la única salida”, relató Murilo de Toledo, estudiante de medicina de 26 años. Una vez fuera, el muchacho quiso ayudar a sus compañeros. “El fuego era muy fuerte, no podíamos entrar. Agarrábamos a quien podíamos y lo tirábamos hacia afuera, yo agarré a alguien por los pelos para sacarlo”, dijo a la radio CBN.
La hipótesis coincide con lo señalado por el coronel Guido Pedroso de Melo, comandante del Cuerpo de Bomberos de Rio Grande do Sul: “Gran parte de los muertos estaban amontonados en la salida. La mayoría murió por asfixia. Lamentablemente, las personas se quedaron confinadas porque la salida principal estaba cerrada”.
De acuerdo con fuentes oficiales, la discoteca, donde se celebraba una fiesta universitaria, tenía la licencia de funcionamiento vencida desde agosto del año pasado.
Según testimonios, el fuego se inició cerca de las 02.00, cuando un miembro de la banda musical Burizada Fandangueira lanzó una bengala; y fue controlado cinco horas después. “La banda estaba en el palco y comenzó a usar fuegos (artificiales) y de repente, pararon el show y apuntaron al techo. Ahí comenzó el fuego, era leve, pero en cuestión de segundos comenzó a crecer”, contó Michelle Pereira. El grupo podría ser acusado de homicidio imprudente.
Algunos muchachos, con los rostros ennegrecidos por el humo, y familiares aguardaban con angustia la identificación de las víctimas frente al instituto forense de Santa María, una ciudad universitaria de 262 mil habitantes.
El segundo desastre de su tipo
1961
Se trata del segundo mayor incendio de la historia de Brasil. El primero se produjo en 1961, cuando 503 personas fallecieron en el incendio del Gran Circo Brasileño, en la localidad de Niteroi, satélite de Río de Janeiro.
Argentina
La tragedia es similar al incendio en la discoteca República Cromañón, en Buenos Aires, el 30 de diciembre de 2004, que dejó 194 muertos y 1.432 heridos.
Rousseff dejó cumbre en Chile y declaró luto oficial
EFE – La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, canceló ayer su agenda en la cumbre de América Latina y la Unión Europea, celebrada en Santiago de Chile, para viajar a la ciudad de Santa María, donde un incendio causó al menos 233 muertos.
“Quien necesita de mí en este momento es el pueblo brasileño. Le pedí a todos los ministros ayudar en todo lo que puedan y trasladarse allá, y yo también estaré”, dijo Rousseff antes de partir hacia Brasil.
“En este momento de tristeza estamos juntos y, aunque manteniendo la tristeza, vamos a superarlo”, agregó la Mandataria. También señaló que pondrá todos los recursos necesarios a disposición de la población afectada y declaró luto oficial de tres días en el país.
Rousseff, que no ocultó sus lágrimas por la tragedia, se dirigió al Hospital de la Caridad, uno de los que más heridos ha recibido, para conversar con las víctimas y sus familiares.
Gobiernos del mundo se solidarizaron por lo ocurrido. El presidente de Bolivia, Evo Morales, expresó su pesar por los “momentos dolorosos” que actualmente vive el pueblo brasileño.