Nacido hace un año para protestar contra políticos, la crisis y excesos del capitalismo, el movimiento de los “indignados” regresó ayer a las plazas de España y al distrito financiero en Londres. Hasta el 15 de mayo habrán movilizaciones para demostrar su espíritu vivo.
Bajo el lema “Toma la calle”, los activistas, en su mayoría jóvenes movilizados a través de las redes sociales, convocaron concentraciones en 80 ciudades españolas, entre ellas Madrid y Barcelona.

En torno a una pancarta blanca en la que podía leerse “Open your eyes” (abre los ojos), los primeros de más de 1.000 “indignados” comenzaron a reunirse ayer en la céntrica plaza Cataluña de Barcelona. Mientras que en la capital de Inglaterra, los “indignados” realizaban una nueva protesta pacífica a los pies de la catedral de San Pablo, en pleno distrito financiero de City, para conmemorar el primer aniversario del movimiento 15-M, acrónimo del 15 de mayo.

El grupo “anticapitalista” Occupy London convocó a sus simpatizantes  como parte de las movilizaciones que se llevarán a cabo en todo el mundo para marcar la fecha en la que hace un año iniciaron sus protestas los “indignados” de Madrid.

“Poco a poco la sociedad ha ido abriendo los ojos”, afirma Noelia Moreno, de 30 años, una de las participantes en aquella protesta que, inspirada en las de la Primavera Árabe,  sorprendió al mundo. “Creo que ha cambiado algo en la mentalidad de la gente, no es algo muy tangible ahora, pero se ha plantado una semilla que de cara al futuro se irá viendo”.

Marcharon en Portugal

En el centro de Lisboa y seis ciudades de Portugal, activistas protestaron contra las políticas de austeridad y la precariedad laboral. Gritaban “España, Grecia, España y Portugal, la lucha es internacional”.

15-M es el inicio del cambio

“El 15-M es un punto de inflexión con el cual hay que contar para hacer el cambio, pero no es el cambio”, indicó a BBC Mundo el sociólogo de la Universidad Complutense de Madrid, Marcos Roitman.

La periodista Patricia Hornillos cree que, aunque los medios tradicionales no informen de ello, el 15-M sigue en las calles y “hay que salir ahí para comprenderlo”. Para ella, se trata de “un cambio de actitud” cuyo mayor logro ha sido “romper la falta de comunicación entre personas cercanas, la apatía y el individualismo mal entendido, y articular distintas luchas de manera solidaria”.

Al cierre de esta edición, el diario El País reportaba que habían unos 22 mil manifestantes. Más de 80 ciudades españolas y 50 países se sumaron a la convocatoria. “El movimiento, que ha seguido su labor en barrios y en redes sociales durante un año, busca pulsar su fuerza ahora que los recortes presupuestarios y sociales del gobierno de Mariano Rajoy y la crisis bancaria, el sector más criticado por los ‘indignados’”, difundió.