«La incertidumbre es lo más preocupante», afirma Juliana Afanasjeva, responsable de una tienda de material artístico en Londres, obligada a cerrar como todos los comercios no esenciales de Inglaterra en el inicio, este jueves, del segundo confinamiento nacional contra el coronavirus.
Para tranquilizar a trabajadores y empresas, el ministro de Finanzas, Rishi Sunak, debe presentar durante el día ante el parlamento nuevas medidas de apoyo financiero como las que durante la primavera boreal cubrieron al 80% el sueldo de los empleados desocupados que no fueron despedidos.
Y también el Banco de Inglaterra contribuyó desde la mañana a sostener la economía británica, al anunciar una ampliación de 150.000 millones de libras (195.000 millones de dólares, 166 millones de euros) -mucho más de lo previsto- de su programa de compra de activos, que alcanza así ya los 895.000 millones de libras.
Datos
En principio hasta el 2 de diciembre, los 56 millones de habitantes de Inglaterra solo podrán salir de casa para comprar comida, acudir al médico, hacer ejercicio o ir a trabajar si les es imposible hacerlo a distancia.
Todos los comercios no esenciales y los locales de ocio tuvieron que cerrar pero, a diferencia del primer confinamiento, guarderías, escuelas y universidades permanecen abiertas.
País más castigado de Europa por la pandemia, el Reino Unido cuenta casi 48.000 muertos: el miércoles se registraron 492, el mayor balance diario desde el 12 de mayo.
(05/11/2020)