La reina Isabel II celebró ayer sus 60 años en el trono británico con un almuerzo en el castillo de Windsor junto a representantes de casi todas las casas reales del mundo, que se vio salpicado por las controversias.

Isabel II de Inglaterra agasajó a medio centenar de miembros de la realeza mundial con un almuerzo por su Jubileo rodeado de polémica debido a la presencia del rey de Bahrein, acusado de masacres,  y la ausencia de la Corona española, por los recientes roces sobre el peñón de Gibraltar, extremo sur de la península Ibérica pero que aún hoy sigue siendo colonia británica.     

     Vestida con un traje gris claro, la soberana británica de 86 años de edad y 60 de reinado, recibió a sus regios invitados acompañada de su esposo, el duque de Edimburgo, y de otros miembros de su familia como Guillermo y Catalina, en el castillo de Windsor, residencia de fines de semana, a unos 40 km de Londres.

   La presencia del rey de Bahrein Hamad Ben Isa Al Jalifa, criticado por la violenta represión de las manifestaciones en su país desde hace más de un año, fue la que más irritó a los defensores de los derechos humanos, que denunciaron la asistencia al banquete de varios “tiranos reales”. También la presencia del rey de Suazilandia, cuyo séquito de 30 personas le acompaña en el Savoy, uno de los hoteles más caros de Londres, ajeno a la pobreza de muchos de sus súbditos.

    La reina Sofía de España, esposa de Juan Carlos de Borbón, canceló su viaje debido a la tensión con el Reino Unido por un renovado conflicto pesquero con Gibraltar y por la próxima visita del hijo menor de la reina, el príncipe Eduardo, a ese territorio español colonizado por los británicos.

   En su largo reinado, el más extenso después del de su bisabuela la reina Victoria, si bien de momento no ha dado nombre a una  era como la “victoriana”, es jefa de Estado de 16 naciones, cabeza de la Iglesia de Inglaterra y ha sido testigo de la desaparición de estadistas y personajes como Stalin, Churchill o Lady Di.    

Todo ello con una salud de hierro que la llevará, el próximo 3 de junio, a encabezar desde un adornado barco una procesión de mil embarcaciones por el Támesis para celebrar, una vez más, su Jubileo de Diamantes.