Aunque las negociaciones indirectas que aspiran a alcanzar un alto el fuego entre israelíes y palestinos se prolongaron durante todo el día de ayer en El Cairo, la amenaza de una inminente ofensiva terrestre de Israel se cierne sobre las conversaciones.

Mientras la maquinaria bélica israelí se cobraba hasta ayer al menos 100 víctimas en Gaza, las señales preliminares que emanaron de los encuentros no permitieron vaticinar grandes progresos.

Jaled Meshal, líder de Hamás en el exilio, detalló en El Cairo la posición palestina. Condicionó la aceptación de una tregua por parte del movimiento islamista al cese de los ataques israelíes y al levantamiento del embargo que Israel impuso al millón y medio de habitantes de Gaza, a los que impide la entrada y salida de la Franja así como el libre comercio con el mundo exterior.

Los israelíes insistieron en que todo está listo para lanzar una incursión militar, aunque aseguraron preferir un acuerdo diplomático, indicó una fuente oficial israelí. “Preferiríamos ver una solución diplomática que garantice la paz para la población israelí en el sur. Si eso es posible, entonces no será necesaria una operación terrestre. Si la diplomacia falla, no tendremos otra alternativa que enviar tropas de tierra”, dijo.

Al margen del resultado final, las negociaciones de El Cairo servirán de termómetro para medir la fuerza política de Hamás tras el auge del islamismo fruto de las primaveras árabes. Pero sobre todo constituirán la prueba de fuego para Egipto y Mohamed Morsi, su presidente, nuevo prócer de la causa palestina en el mundo árabe.

La mediación de esta tregua sitúa a Egipto en una complicada tesitura. Es, junto a Jordania, uno de los dos países del mundo árabe que tiene un tratado de paz firmado con Israel. Mantiene además una relación privilegiada y una dependencia económica con EEUU que aspira a conservar.

Estos elementos forman parte del cóctel político en el que participan El Cairo, Washington, Catar y Ankara y que podría dar a luz el alto el fuego que impida una guerra sangrienta en Gaza. La Unión Europea también instó ayer a los dos protagonistas del conflicto en Gaza a detener con carácter inmediato las hostilidades y reducirlas con urgencia hasta llegar a su cese con el fin de evitar víctimas civiles a ambas partes.

Los europeos expresaron su “grave preocupación por la situación en Gaza y en Israel”. La UE “condena con dureza los ataques con cohetes sobre Israel desde Gaza, que Hamás y otros grupos armados deben detener de inmediato”. A Israel se le reconoce el derecho a proteger a su población civil, pero “al hacerlo debe actuar con proporcionalidad y garantizar la protección de civiles”.