A  los muertos y heridos se sumaron unos 8.000 evacuados tras una nueva serie de terremotos en la región italiana de Emilia Romagna, en el noreste del país.  Los sismos tuvieron su epicentro en la provincia de Módena, la misma zona en la que ya se produjo el terremoto del pasado 20 de mayo, que causó siete muertos y provocó cerca de 6.000 evacuados.

Varias víctimas del terremoto de ayer son obreros que se encontraban en las fábricas, lo que, según dijo la secretaria del sindicato CGIL, Susanna Camusso,”hace pensar en que no se aseguraron las estructuras de forma correcta antes de permitir que las personas volvieran al trabajo”.

Preocupan también las consecuencias económicas de los destrozos provocados por los sismos.   La asociación de agricultores Coldiretti cifró los daños en el sector agrícola en 500 millones de euros, mientras que el presidente de la patronal Confindustria, Giorgio Squinzi, habló de “daños ingentes” en una de las regiones más industrializadas de Italia.   

El primer ministro italiano, el tecnócrata Mario Monti, compareció ante la prensa tras el temblor registrado a primeras horas de la mañana para garantizar que “se hará todo lo posible y lo antes posible” para llevar ayuda.