Japón se declaró ayer en estado de alerta máxima en medio de las señales que revelan que una o dos rampas de lanzamiento de misiles de largo alcance apuntan al cielo de Corea del Norte, lo cual podría significar la inminencia de un ataque.

Según el ministro nipón de Defensa, Itsunori Onodera, recientes imágenes por satélite muestran que plataformas de lanzamiento de misiles norcoreanas se colocaron en posición vertical, lo que podría indicar que han finalizado sus preparativos o que se trata de una simple maniobra para generar confusión.

Onodera confirmó que Japón “recopila todo tipo de información” y que están preparados para interceptar el lanzamiento múltiple de misiles por parte del régimen de Kim Jong-un.

El miércoles, Corea del Norte reiteró su amenaza sobre Japón, al asegurar que lo convertirá en un “campo de batalla”, con objetivos en ciudades como Tokio, Osaka o Kioto, si Japón provoca el inicio de un conflicto armado.

Esta semana, Japón desplegó en predios del Ministerio de Defensa, en el centro de Tokio, dos sistemas antimisiles tierra-aire Patriot Advanced Capability-3 (PAC-3). Las unidades instaladas en la capital servirían para derribar proyectiles en el caso de que un hipotético ataque escapara de los destructores que Japón tiene ubicados en el Mar de Japón (costa noroeste) y que están equipados con sistemas Aegis, capaces de realizar un seguimiento e interceptar proyectiles.

El director nacional de Inteligencia de EEUU, James Clapper, consideró ayer que Kim Jong-un sólo busca “consolidar” su poder con las amenazas de atacar intereses estadounidenses.

Presión Según explicó, Kim Jong-un, que llegó al poder tras la muerte de su padre Kim Jong-il en diciembre de 2011, quiere demostrar que Corea del Norte puede competir como potencia nuclear. “Eso le da derecho a la negociación y, probablemente, a (recibir) ayudas”, afirmó.

Mientras, los ministros de Asuntos Exteriores del G8 (países más ricos y Rusia) condenaron ayer “en los términos más enérgicos” el desarrollo nuclear en Corea del Norte y pidieron al régimen comunista que cese en sus provocaciones.

De su parte, el presidente de EEUU, Barack Obama, dijo que tomará “todas las medidas necesarias” para proteger a su país de las amenazas nucleares de Pyongyang, tras reunirse en la Casa Blanca con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.